Nuestra filosofía como peña queda muy clara observando simplemente nuestro nombre. La historia nos dice quienes somos, y nos determina para el futuro.
El Cádiz CF y su historia no son menos. Dice un proverbio que el que olvida su historia está condenado a repetirla. En este caso, podríamos decir justo lo contrario: el que olvida su historia, está condenado a no repetirla.
El pasado del Cádiz está lleno de páginas gloriosas. Seguramente la mayoría de los lectores recordarán con facilidad la época más dorada de nuestros colores, cuando toda España se admiraba de los milagros imposibles que ocurrían casi a diario en las inmediaciones de Carranza: permanencias cuando nadie daba un duro por ellas, papeles que llegaban con el reloj dando las campanadas de medianoche, promociones que salvaban una categoría perdida....
Pero el Cádiz ha sido mucho más que eso. Después de eso hubo un serio peligro de desaparecer, y anteriormente a los ochenta, pasaron muchísimas cosas: como el frustado ascenso a Primera cuando sólo hacía falta empatar contra el Murcia, la inauguración del Trofeo Carranza, las excelentes relaciones entre Sevilla FC y Cádiz CF gracias al presidente de los blancos, Sánchez Pizjuán, y cómo éstas se deterioraron al desaparecer el más famoso mandatario sevillista....
Así podríamos seguir hasta llenar más y más páginas. Pero a buen seguro que hoy no estaríamos aquí disfrutando de nuestro club y nuestros colores, sino hubiese sido por el esfuerzo y dedicación de muchísimos personajes, conocidos y anónimos, que nunca abandonaron a su club, que no le dejaron morir cuando peor estaba, y que muchas veces sacrificaron su vida personal e incluso laboral para intentar llevar al Cádiz a los más alto.
Por ello, y desde la mayor de las modestias, establecemos un premio que agradezca a esas personas (jugadores, entrenadores, presidentes, aficionados ilustres....) que hoy sigamos a nuestros colores por todo lo ancho y alto del balompié español.
Peña Cadista 1910
