La peña cadista 1910 llevaba ya tiempo (y la última vez es para mejor no recordarla) sin ponerse “on the road” (bueno, el bixo está tol día en la A-3, pero es que se ha vuelto un calzonazos de cuidado). Habíamos tenido algunos amagos esta temporada: nos planteamos ir a Puertollano y Jaén, pero al final, ninguna de las dos salidas pudo cristalizar. Entre esta maldita crisis que ha reducido drásticamente el número de desplazamientos y la duración de los mismos (qué lejos parecen ahora aquellos fines de semana completos fuera), y que el Cádiz tampoco ayuda mucho “ilusionando” al personal, andábamos un poco decaídos.
Así que decidimos que ya era de despertar, y poniendo como siempre, la excusa de acompañar al equipo, nos fuimos de viaje a Murcia, donde el Cádiz se jugaba buena parte de sus aspiraciones en el campo del líder.
Era otro de los desplazamientos que teníamos marcado en rojo en el calendario, pero los azares del destino quisieron que justo este mismo fin de semana tocaran en Londres los Manic Street Preachers, y todo el clan Díez (con sus agregadas) no tuvo otra idea mejor que irse a la Pérfida Alvión a ver a estos mataos, ya son ganas...(Maite, tus excusas de la crisis y la hipoteca cada vez cuelan menos, en pleno enero volando al extranjero!!!)
Total, que nos quedamos con las ganas de conocer a la prima de Maite y degustar ese arroz tan famoso que hace (por la cara además, que en estos tiempos no es cosa baladí), y de visitar con ella los baretos heavys de esa esquina de España, cachís en la mar, con las ganas que tengo yo de escuchar un Master of Puppets rodeado de headbangers peludos.
En cualquier caso, el clan Gómez Delgado no se arredó por la deserción de sus compañeros de fatigas, y, como dirían por ahí, “empacaron” y allá que se fueron, desde el viernes. Las ausencias se compensaban con el debut en desplazamiento amarillo, como si de un profesional se tratara, de nuestra heredera, Lara, que con apenas año y medio ya sabe cómo se las gasta el Cádiz y las putadas que te hace. Pero bueno, vamos dando tiempo al tiempo.
El sábado Lara no tiene otra cosa mejor que hacer que tocar diana exactamente a las ocho de la mañana. Por primera vez en mucho tiempo, su madre y yo estuvimos de acuerdo en algo: “cago en la leche Lara, ¿ya?”. Pero como parece que a veces la vida se cobra venganza por tus actos, mi criatura tiene el mismo mal humor que yo cuando se enfada, con la impunidad que le da tener año y medio (aunque yo se que tras sus ojos hay disfrute cuando me levanta tan temprano, me están diciendo....”eso por acostarme ayer tan pronto”).
Como quiera que el hombre (y la mujer, ahora hay que decirlo todo por duplicado, gracias por hacer una sociedad mejor Zapetero, aunque sea con cinco millones de parados) es el único bicho que tropieza dos veces en la misma piedra, resultado parecido en el segundo round: montadito contra marinera. Victoria por KO de Manolo.
Cuando Lara ha considerado que ya está descansada otra vez, seguimos andando, y nos damos de bruces con la plaza de toros y La Condomina, la de toda la vida. Joer, en todo el centro, vaya pitotes que se tenían que formar allí cuando había partido. Para mi sorpresa, está abierta (unos chavales van a jugar un partido de rugby) así que me explayo a gusto haciéndole fotos desde todos los ángulos. Desde luego, ese campo ha vivido tiempos mejores.
Cuando salgo me encuentro a la niña desesperada: sus llantos parecen decir “ahora que he dormido, quiero comer”. Pos nada, manos a la obra. Nos metemos en el primer sitio que vemos, y casi no prueba la comida....ains señor dame paciencia.
Ahora sí toca al hotel a descansar. Todos nos merecemos una buena siesta, tras la cual salimos a dar otro paseo, ahora nocturno, por el río (pos lleva un montón de agua) y alrededores. Como diría el señor de los lerus, “hace más frío que en verano”, así que volvemos a reventar la noche murciana viendo una película. Perdón, he usado el plural, pero Merche me la jugó una vez más, en mi bendita inocencia:
- Son más de las once, ¿seguro que vas a aguantar una película?
- Que sí, venga
(cinco minutos después)
- zzzzzzzzz
- Me cago en la leche...y yo ahora me tengo que quedar hasta tarde viendo la película, porque una vez empezada, nunca las corto.
Lo más gracioso de todo es que cuando acaba y se despierta, dice que sí la ha visto y que se ha enterado de todo...¡tes kie ya!
En nuestro hotel de concentración | Y en el del Cádiz |
Desde luego que es triste, más aún cuando en el precio de la habitación teníamos el minibar incluido...ni una mala copita...menos mal que no habían venido Chele y los primos....el hotel hubiera tenido que cerrar!
¿A qué no sabéis a qué hora nos despertó Lara el domingo? Fue más buena, que el sábado. Concretamente, cinco minutos. A las 8:05. Y lo peor es que la residencia en la que me metan de mayor lo decidirá ella, así que no puedo enfadarme mucho.
Pero esta vez vamos a cambiar la estrategia: bajamos a desayunar, y subimos otra vez a seguir durmiendo. Aparte del minibar, el domingo nos dejan salir tarde la habitación (tenemos hasta las cinco nada menos!), así que nos pegamos los tres una buena sobada reparadora.
A la una, varios pañales y cambios de ropa después, nos ponemos por fin en marcha. Primera parada: hotel de concentración del Cádiz, que está en el otro extremo de la ciudad. Aparte de nosotros, no hay nadie más que no sea de la propia expedición. Todos los jugadores estuvieron amables con nosotros, pero especialmente cariñoso estuvo Alvaro Campos, que tuvo incluso algunas palabrillas con Lara (que nada más llegar, tiró por el suelo todos los folletos que encontró a su paso....pero yo la quiero mucho eeehhhh....ufff).
Se montan todos en el bus, y qué mejor guía vamos a tener al estadio que ellos mismos (si se pierden y no llegan, no hay partido, así que no arriesgamos nada!). Al llegar nos reciben aficionados del Cádiz, parecía que nos aplaudían a nosotros, ¡como mola!
Siguiendo al autobús del Cádiz | Recibido como héroes en el campo Qué paciencia tiene esta afición |
Tras otra comida “accidentada” (no se cómo no nos echó el dueño, al terminar había más comida debajo de la silla de Lara que en la cocina) y tras charlar animadamente con una aficionada murcianista que vino a darnos su apoyo por haber venido a ver el Cádiz, tiramos para el campo, que está de lujo. A pesar de que en Murcia apenas llueve, el anillo superior está totalmente cubierto en todas las partes del campo. Entramos en el fondo destinado a los cadistas, que una vez más, está pobladísimo de policía nacional. Joer, ni que fuéramos aquí los ultras del Olympique de Marsella, aunque cuando escuché a los Brigadas lanzando cánticos en favor de los “City Boys” lo entendí un poco más.
Si Lara estuvo inquieta todo el finde, ya en la grada fue todo un espectáculo. “Que sí hombre, que yo bajo por estas sillas de puta madre, sin matarme ni nada”.
¿Y tú quieres más? Mira que con esta y el perro vamos que nos matamos!
Así que nos la íbamos pasando turnando su madre y yo, sujetándola como podíamos.
En lo que concierne al partido en sí, si bien ambos equipos dejaron bien clarito en qué categoría estaban y porqué, el Cádiz se mostró más sólido y seguro que su rival, y , al descanso, parecía que había hueco a la esperanza. Sentimiento que se vio potenciado cuando Cifuentes hizo el gol (suerte que en ese momento era el turno de Merche de “entretener” a la cachorra), que disparó la alegría en nuestro fondo. Tuve ocasión de grabarla en este bonito vídeo, donde sin duda un individuo decidió erigirse como absoluto protagonista. Os dejo a vosotros que lo descubráis por vuestra cuenta.
(hay que anotar que hacía un frío de mil demonios, estábamos todos con abrigos, bufandas, guantes y hasta mantas, más de uno se llevó de la Nueva Condomina, aparte de un palo gordo, un buen resfriado)
Faltando un cuarto de hora para el final, decidimos poner pies en polvorosa. Hay un nacional por cada dos de nosotros, y no tienen pinta de dejarnos salir de allí a la vez que al resto del público, y no era plan tener a Lara, que a pesar de todo lo dicho aquí, se portó de maravilla (yo también boicotearía todo si me obligaran a hacerme del Cádiz de pequeño, habiendo tantos equipos que no dan tantos disgustos), tanto tiempo allí con la rasca que hacía.
Así que nos vamos pa fuera, salimos prontito y evitamos el atasco de salida del campo, ponemos la radio, ….”apenas quedan 30 segundos de partido, el Real Murcia va a perder su primer partido en casa, atención, balón colgado al área, lo recibe Molino, Molino....GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL”.
Y el tomtom, en ese momento, que parecía estar conectado con la radio, me suelta: “te quedan 400kms hasta llegar a casa”. Me cago en mi vida.
Manolain
CREACIÓN FICHA: 29/01/2011
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 29/01/2011
VISITAS: 1745