El enfrentamiento entre el filial bético y nuestro Cádiz, a priori, parecía un gran partido, ya que los amarillos lideraban la clasificación y los verdiblancos luchaban por seguir manteniendo posición de play- off. Si a esto le añadimos que el encuentro se disputaba en el Benito Villamarín un domingo a una hora tan magnífica como son la cuatro y media de la tarde los alicientes eran más que suficientes para acudir a la cita, aunque en el “debe” teníamos que situar la ola de frio siberiano que mantenía a gran parte de España bajo cero y con un ambiente gélido a la práctica totalidad de Andalucía.

Aún así salía el domingo por la mañana desde El Puerto de santa María rumbo a Sevilla donde me esperaban Jota y Leti que llegaban con sus hijas Paula y Miriam. Tras unas cervezas y un poco de charla nos fuimos a comer por el pijísimo barrio donde viven estos ilustres peñistas, en concreto El Porvenir. Comenzamos con unos chipirones algo duros, una carne correosa con una muy intrigante salsa de queso y una “cosa extraña” con arroz a la que llamaban paella. Para colmo, los camareros no dejaban de molestar apareciendo súbitamente para preguntar si queríamos más producto. Nos largamos de allí ipso facto. Por suerte para el local no recuerdo su nombre y no puedo difundirlo en esta crónica, pero por fortuna para mí si recuerdo su ubicación y ya sé dónde no volveré más.

 

 

De allí marchamos a un pequeño y coqueto restaurante en el mismo barrio y que lleva por nombre “La Colonial de Vinos y Viandas” o algo por el estilo. Y allí después del primer tropiezo pudimos alcanzar un éxtasis gastronómico. Magistrales vinos los degustados, nos decantamos por “atacar” a los tintos gaditanos y si bien comencé con el riquísimo “Petit Verdot” de las Bodegas Páez- Morilla tuve que rendirme ante el soberbio “Garum”  que recomendaron Jota y Leti. Una absoluta obra maestra.

Los platos maridados tenían nombres tan atrayentes como Hamburguesa de buey rellena de queso de cabra, ventresca de atún en escabeche con vinagreta de frambuesa y otros platos de igual originalidad. Para rematar concluimos con un vino para postre de “Campo de Borja”. 
Con la sonrisa todavía dibujada en la cara, Jota y yo nos fuimos al Villamarín a seguir con el disfrute. Por cierto, me acabo de acordar del primer local visitado y que merecía nuestro más absoluto desprecio, “El aceite”. Dicho queda.

Pues tras conseguir comprar las entradas y llegar hasta la situación de la tribuna de aficionados cadistas nos encontramos con la dolorosa sorpresa de que vamos perdiendo por 1 a 0, ya que treinta segundos antes un jugador bético, nos cuentan, ha marcado un golazo. Pues nada, minuto 2 y hoy toca remontada. Los treinta primeros minutos son un monologo verdiblanco con un Cádiz que no puede frenar el centro del campo del filial, mucho mejor posicionado. Tanto que Aulestia salva un disparo a bocajarro que llevaba marchamo de convertirse en el segundo tanto. En el tramo final el Cádiz parece despertar y llega con algo más de peligro (poco) al área local y con esas sensaciones nos vamos al descanso.

 

 

En la reanudación las cosas cambian diametralmente e imagino que por el desgaste de los primeros 45 minutos los béticos desaparecen y son los amarillos los auténticos dominadores del encuentro y antes del primer cuarto de hora Akinsola empataba el encuentro con un gol de delantero centro y diez minutos después el propio Akinsola ganaba en velocidad a la defensa rival y con sutilidad y bastante clase mandaba en segundo a la red. La remontada era una realidad. Y a decir verdad pudieron haber sido más porque ocasiones se tuvieron, pero la suerte estaba echada. 1-2 y golpe de autoridad.

Tras el encuentro nos fuimos al Baracoa a por unos gin tonics que agradecí, ya que los pusieron como los pedí, es decir sin limón, naranjas de la China, pepinos y nada que se encuentre en una ensalada o en una macedonia. Esto me recuerda un chiste:
En un Pub cualquiera:
Buenas noches señorita, ¿me pone un Gin-Tonic?
Como no caballero, ¿le pongo pepino?
Desde que entre y la vi señorita.
Pues con este detalle picante lo dejamos hasta una próxima salida.
He dicho.

 

 

Jose Luis