1910 viajó con el equipo a Murcia, pero por desgracia esta vez la suerte no estuvo de nuestro lado. Pero no por eso no fue un grato desplazamiento...

DIA 10 - EL PARTIDO

Jose lleva desde las 09:00 despierto e intentando que Chele y Sergio se despierten.
- ¡A este ritmo no llegamos a comer a Murcia!

¿Cómo lo sabría?

Maite ya esta preparada y malmete para que nos levantemos:
- ¡Lo habéis conseguido!

Una duchita y para tierras murcianas. Como escribió Mihura en Ninette y un Sr. de Murcia, ese era nuestro objetivo: llevarnos a Ninette en forma de 3 puntos y ellos que se queden con el caballero.

Allí nos esperan otras dos peñistas: la "incombustible" Estrellita y su hermana Mabel.

Empezamos el viaje. Chele nos ameniza con unos temas de un grupo de rock ucraniano, pero no tarda mucho en poner los temas del último disco de Fangoria para que nos vayamos aprendiendo las canciones, pues después del partido tendremos un concierto. Aquí llega nuestro segundo objetivo: que Alaska se saque una foto con Kiko. Pero eso se contará más adelante...




Antes de llegar a Albacete hacemos la primera parada técnica, ya que a Kiko se le ha antojado comer una croqueta en La Gineta y así hacer honor a otro ilustre peñista que ha tenido que quedase en tierra. Es un pueblo con mucho encanto con una impresionante plaza del Ayuntamiento, una iglesia barroca y gente muy acogedora. Entramos en un bar cerca de la plaza a tomar un refrigerio en forma de cañas y vermuses. En esto, un lugareño, ante el estupor de ver a "cuatro tíos" del Cádiz por allí y sin que nosotros le dijéramos nada, se mostró muy amable y nos indicó el camino hacia Murcia.
- Cogéis la A3 y vais dirección Murcia, cuando veáis un desvío, a la izquierda Valencia, ese no lo cojáis; en el centro Alicante, ese tampoco lo cojáis; a la derecha, Murcia; y con exaltación nos dijo:
- ¡¡¡Por ahí es por donde tenéis que ir!!!

Debió pensar que no nos habíamos enterado y decidió indicárnoslo con un GPS manual en forma de servilleta-mapa que sería objeto de jolgorio y cachondeo general. (Ver foto).

Nuestra próxima parada sería Hellín. Dado a las rimas; Gineta - Croquetas, en Hellín... un botellín. Y lo peor es que desde Albacete hasta Murcia hay 20 pueblos con rima: en Chinchilla, la tortilla; en Tobarra, unas jarras y... tememos que por allí está Molina, dada a muchas rimas de cosas que podríamos pillar... pero eso también lo contaremos más adelante.




En Hellín nos tomamos el Botellín y nos fuimos, ya que el ambiente estaba bastante tenso, dada la proximidad de Murcia y un par de chavales "de derechas" que frecuentaban el bar donde nos metimos.

A nuestra llegada al Pacoche (hotel de Murcia) cerca de hora y media a dos horas de retraso sobre el horario previsto, dejamos los atillos y quedamos con Estrella y Mabel en la Nueva Condomina. Nos disponemos a dar un paseo por el centro de la ciudad a comer algún manjar típico de la tierra, como el famoso zarangollo. En nuestro camino nos encontramos un poco de todo.

Desde el típico cateto que jamás ha pisado un estadio y que nos increpa:
- Os vamos a meter tres!!
Oportunamente contestado por Maite:
- Y nosotros cuatro... no te joe!!!
A gente que charlaba sobre fútbol amigablemente y nos deseaba toda clase de suerte y parabienes... ¿serían del Ciudad de Murcia?

Con los estómagos algo más llenos y alguna cervecilla más, nos dirigimos a la Nueva Condomina. El estadio y un macrocentro comercial es lo que nos espera. El campo desde el exterior tiene forma de plaza de toros o de paellera sin asas y los accesos un sábado por la tarde estaban bastante colapsados. No entendemos cómo hacen una obra nueva y no piensan en la cantidad de coches que pueden pasar por allí un día como este.




Decidimos tomar un digestivo antes de entrar, con Estrella y Mabel ya unidas al grupo. En uno de estos locales, se cambia una bufanda del Cádiz por una del Real Murcia, ante el estupor de Chele ya que era suya la bufanda. Pero es que la chica que reclamaba el intercambio estaba bastante bien hecha y no era plan de disgustarla.

Una vez dentro del campo nos encontramos con un estadio moderno y bien estructurado, nada que ver con el vetusto campo de La Condomina. Ponemos nuestra pancarta en una barandilla que quedaba libre y nos disponemos a ver el espectáculo y animar a nuestro Cádiz, que pa eso hemos venido.

A nuestra izquierda tenemos un grupo de tamborileros de Semana Santa venidos desde Mula, e invitados por el Real Murcia con la intención de callarnos. O por lo menos que no se escuchara a la afición visitante. En este estadio al que no suele acudir mucha afición tenían auténtico pavor a que solamente se escuchara a la ruidosa afición cadista. Pero lo único que consiguieron es levantarnos un dolor de cabeza durante todo el partido, ya que de callarnos y que no se nos oyera, nada.

El partido fue muy insulso sin apenas ocasiones claras para los dos equipos. Un gol de Iván Alonso de falta directa en la primera media hora de partido, a la postre fue definitivo para la derrota. ¡Qué poquito ha hecho el Murcia para llevarse la victoria! Lo justo hubiese sido un contundente 0-0.

Aunque el Cádiz tuvo alguna ocasión para nivelar el choque, Notario se mostró intratable. Y eso que recibió continuas invitaciones a chupar no sé qué, al igual que el delantero del Real Madrid Castilla semanas antes: "Notario ven p'acá y........ "

Nuestro primer objetivo es fallido 1-0 y Ninette se queda en casa. Veremos qué pasa con el segundo objetivo y si Fangoria nos "endulza" un poco la derrota.




A la salida de la Nueva Condomina nos encontramos con un "señor" atasco que hace peligrar el concierto y con ello las esperanzas de que Kiko se saque su fotito con Alaska.

Llegamos finalmente con la hora pegada al culo. Las entradas las tiene Mª Luisa y Javier (primos de Maite residentes en Murcia), que están con Teresa (amiga de la pareja). Chele entra a un pequeño bar supuestamente para comprar tabaco y se desmarca con 2 bocatas de jamón ante la sorpresa general. Jose, por lo tarde que es ya, le increpa, pero la idea no era del todo tan mala.

Entrando por fin al concierto con la primera canción empezada, lo que más nos sorprende es ver que Alaska, según pasan los años, tiene más pecho y más voz de hombre. En el escenario hay dos chicas de muy dudosa procedencia con un aspecto extraño: Miss Andy y Miss Topacio. Yo creo que esconden algo. También hay dos jóvenes efebos con ambas guitarras eléctricas y Nacho Canut con el teclado y sin hacer ni una sola mueca. Detrás tenemos a la teniente Scali en forma de guardia jurado y ¿por qué no podemos nosotros ser los primeros que hagan sonreír a la teniente Scali?.

Una vez terminado el concierto empieza el plan B, ¿por dónde nos podremos colar para ver a la Diva? El primer intento es por el escenario. Allí nadie da señales de vida y Kiko se empieza a impacientar. De repente aparece por la sala una de las "chicas" de Alaska (Miss Andy) y le contamos nuestras intenciones. Ella también nos falla, pero se hace una foto con nosotros.




Surgen las primeras dudas, despejadas rápidamente por Chele, casi al instante.
- Maite y Sergio son muy pesados. ¡Seguro que lo consiguen!

Viendo el panorama, se va a cambiar de vía intentándolo por la parte de detrás de la sala. Pero topamos con Scali ¡mal vamos!. Contactamos con el jefe de seguridad de la sala y éste también nos falla. A la desesperada se intenta bajando por el sótano (las catacumbas), pero por allí circula un individuo con porra y pistola que sale de la oscuridad y nos apunta con su linterna y llama a nuevos refuerzos. Decidimos hacer lo mejor en estos casos: ¡salir corriendo! Esto parece casi imposible y estamos muy mal de moral, pero ahí es donde surge un personaje calvo que la gente pelotea y abraza. Vemos que por este camino puede haber una fisura que nos lleve al objetivo. Le contamos una "milonga" y el hombre sonríe. Nos dice que hará lo que pueda. En este momento es cuando Kiko se arma de valor y cogiendo de una forma brusca la cámara de fotos de manos de Maite, se la cuelga al cuello y salta sobre el regazo de ese desconocido, el cual le baja a la planta del sótano, con el miedo de todos nosotros de que le hiciera cosas raras a "nuestro niño" y las publicara en internet.

Finalmente sube el hombre con una sonrisa muy sospechosa, incluso rozando la degeneración. Con un movimiento de muñeca saca la cámara con el objetivo cumplido: ¡foto con pose de morritos de Alaska! ¡incluso ha sacado 2 fotos!




Los asistentes que esperaban para sacarse ellos también una foto, envidian a Kiko, que se ha convertido en el protagonista de la sala. Se ríen pero en el fondo y simulando una canción de Fangoria: "la envidia es como un puñal, a quién se lo voy a clavar", (pues visto como está el ambiente es mejor que no te claven nada). Hasta Scali esboza una sonrisa.

Con la satisfacción del trabajo realizado, nos vamos a tomar algo por el centro de la city y así poder quedar con las dos chicas portuenses y nos dejamos llevar por los garitos de rock de Murcia, como La Boca del Lobo.

Entre risas, cadismo y alcohol, transcurre la noche. Vemos que hay gente que se va a casa ya que es imposible recuperarla. Con casi el cierre echado, entramos en un sitio que tiene un arcoiris sospechoso en la puerta. Las chicas están juntas y los chicos no las hacen ni caso. En este local descubrimos varias cosas: Maite tiene opciones de ligar en el servicio, a Sergio le gustan las mujeres como al resto de chicas del bar, Chele se da cuenta que a partir de la cuarta copa no es bueno jugar al Tetris y Jose es mejor que no intente cantar canciones de Raphael y Nino Bravo.

Para terminar la noche nos llevan al Súper 8 el cual está cerrado. Decidimos ir a la Sala B con el coche a los mandos de Maite. Ante la imposibilidad de aparcar, empezamos a ir de rotonda en rotonda hasta que Chele decide conducir dando un toque de mando y empieza a perseguir "7es". Por aquel momento Maite sólo podía ver números binarios (0 ó 1).

Es bastante tarde y entre acordes de AC/DC, Muse y Rammstein, empezamos a ver el final de la noche. Esta vez, sí. Mañana nos tocará la jornada gastronómica.




DIA 11 - GASTRONOMIA

Llevan en el Hotel haciendo ruido desde las 10:00 de la mañana. Sorprendentemente no hay resaca aunque no nos levantarán hasta las 12:00.

Una vez fuera del Hotel, Jose nos sorprende acordándose de la calle, del piso y de la letra de dónde están alojados los otros peñistas. No se da crédito ¡si llevaba todo el día de juerga y se lo dijeron mas tarde de las 06:00!
La espera a los comensales se hace más corta con unas cervezas, así que eso es lo que se hace: caña y tapa pero de zarangollo, claro está. Es una tapa muy típica de la tierra murciana. Es un revuelto de cebolla y calabacín. Mejora con patata.

Nos dirigimos hacia "La Higuera" donde nos espera un arroz con verduras de la huerta murciana y otros manjares. Lo primero que nos ponen son unos entrantes de gamba roja a la plancha y unas almejas del Mar Menor. Delicioso. Más tarde nos traen un impresionante arrocito, con un Chele que no para de rascar el socarrat más pegado. Todo esto regado con unas buenas frascas de vino de Jumilla. De postre nos dieron unas chuletitas de cordero y unas longanizas. En fin. Y para bajar la comida una tarta de chocolate.

La sobremesa se hace larga y con la caída de la tarde parece evidente que van a llegar los digestivos en forma de "copazos". ¡Esto parece que no tiene fin! El sitio muy baratito y muy rico. Se volverá. Esperemos que en Primera División.




Ya es de noche y todavía seguimos en Murcia. Pocas sorpresas más parece que nos pueden suceder, pero que equivocados estábamos. La primera de ellas es un par de sacos de limones cadistas con los que nos agasajan los primos de Maite. Cómo pesan los cabrones. Pero con ello tenemos para limonada todo el año.

La segunda sorpresa es un pequeño reventón de rueda nada más salir de Murcia. En ese momento se cree que el "gafe" es Jose, pero se le perdona y empezamos a cambiar la susodicha. Casi una hora para cambiar la "dichosa" rueda porque no sabíamos cómo descolgar la de repuesto de debajo del maletero del coche.

Os preguntareis qué había pasado con el pueblo "Molina". Efectivamente allí es donde pinchamos. Así que siguiendo las rimas nos tomamos unas cervecitas en esta localidad y fuimos a pillar... GASOLINA.

O qué pensabais que íbamos a comprar.

¡¡¡SALUD Y CADISMO!!!!

Sergio