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Cádiz - Vecindario (27/08/06)

Peña Cadista 1910 estuvo presente en el primer partido de la temporada en Carranza, que supuso la primera victoria



Por fin llegó el ansiado domingo 27 de agosto, un soleado día en Cádiz en el que las vacaciones iban llegando a su fin, una pena porque como aquí no se está en ningún lado desde luego. Por la mañana bañito en la playa, cervecita en el Traca, papas aliñás, en fin los estresantes quehaceres diarios propios de cuando no hay que madrugar para ir a currar, el conocido juancojones vamos. En estas estábamos como decía, apurando los últimos rayos del sol veraniego de este día que ya bien temprano se podía ver que no iba a ser como cualquier otro.

Desde primera hora de la mañana se notaba cierta agitación en la Laguna, la gente iba a comprar el pan y el Diario con camisetas amarillas, las primeras trompetas empezaban a sonar por la plaza de Bécquer, la calle se preparaba para la cita de la tarde. Los nervios comenzaban a aflorar, nada menos que el primer partido oficial de la temporada, aunque lamentablemente este año en segunda. Las expectativas eran buenas, veníamos de ganar el Trofeo de los Trofeos (ni pensar en aquello que se suele decir de que Carranza bueno, año malo), era el debut de Acuña, Oli se estrenaba como entrenador, íbamos a ver nuevamente al Lobo, que había sido la sensación del torneo y ya se empezaba a hablar de él en toda España...



En la plaza de Madrid, donde antiguamente se colocaba el piojito, habían puesto una pequeña carpa en la que se exhibía, como agradecimiento a la afición, dos apreciados tributos cadistas: la Copa de Campeón de 2ª división temporada 2005/06 (probablemente este título nunca lleguen a lucirlo en sus vitrinas clubs de la talla del Madrid o el Barça) y ese pedazo Trofeo Ramón de Carranza en su 52 edición (ese mismo que cuando lo entregan siempre tienen que llevarlo entre dos o más jugadores porque no hay quien lo levante).

El caso es que lo que empezó con un barullo de gente por las calles, bares y playa se fue transformando poco a poco hasta llegar a un gran tsunami amarillo que inundaba los aledaños del estadio y combatía los calores y la deshidratación propios del mediodía en el bar Gol, la Escalerilla, el Dorado o la placita. El ruido era ya tan ensordecedor como un volcán a punto de estallar, en las ventanas y terrazas muchas cabezas

(admirados algunos, aterrados otros) veían como se iba desarrollando la 1ª tarde de futbol de domingo tras el parón del verano y la resaca de las barbacoas.

Y en medio de toda esta maraña nos encontrábamos nosotros: la peña 1910, con un tinto con limón en una mano y un bok de cerveza en la otra, realizando la previa del partido en compañía de diversos y apreciados amigos cadistas. El Kiko por aquel entonces comenzaba a ser más conocido en Cádiz que el mismísimo Mágico González. Unos cuantos pelotis más tarde nos decidimos a entrar al estadio, lo cual fue tarea complicada ya que con la cola que había en los tornos de entrada del fondo sur, muchos fuimos los que nos perdimos el saque inicial (y alguna jugada más) con el consiguiente mosqueo del personal. Una vez dentro pusimos la pancarta en la misma esquina donde había estado durante todo el Trofeo, pues este sitio nos había dado suerte y esas cosas hay que tenerlas en cuenta. Aquí conocimos a los mojarritas amarillas del Puerto, con los que entablamos amistad, muy buena gente por cierto, un saludo para todos ellos y a ver si nos vemos pronto.



Como decía antes, este partido era el de los debuts, además de los esperados de nuestro equipo había que sumar el del Vecindario, que se estrenaba en la categoría de plata del futbol español. Con el estadio hasta las trancas, lo que en un principio parecía que iba a ser fácil, especialmente tras el gol, se fue complicando pese a tener el dominio del balón, ya que no teníamos la puntería suficiente para rematar, lo que tras mucho perdonar supuso una ocasión clara del Vecindario de empatar el encuentro justo antes del descanso, afortunadamente quedó en un susto. En la 2ª parte se pitaron dos penalties a nuestro favor con expulsión de un jugador contrario, lo que se transformó en un 3-0 que nos daba los tres primeros puntos en la empinada escalada hacia primera y el posible liderato provisional de segunda. Los tres goles fueron obra de Lucas Lobos, quien no defraudó, con todo lo canijo que es hay que ver la clase que tiene, un crack.

A la salida, que ya no tuvimos problemas pues habían quitado los dichosos tornos, vimos cómo la mancha amarilla se iba dispersando por todas direcciones, en los bares cercanos se veían caras sonrientes y se escuchaban comentarios favorables, aunque sin confiarse. Nosotros nos fuimos al Flamenco a comentar las jugadas pero el color amarillo no se disolvió del todo hasta ya bien entrada la madrugada, cuando todavía se divisaba algo por Muñoz Arenillas, el Kiko y algún que otro jartible más, claro que eso ya es otra historia.

Y así es como pusimos la primera piedra del puente hacia la división de honor, que no el de la Pepa, esperemos que podamos ir añadiendo poco a poco más piedra ostionera hasta lograrlo. Mientras tanto nos vemos por ahí, en los campos de segunda.


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CREACIÓN FICHA: 14/03/2007

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 14/03/2007

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