La primera salida fuera la capital ya como peña constituida oficialmente, en la que además estrenamos pancarta

Sábado 11

Salimos de Madrid a eso de las 11 de la mañana dirección a Bilbao. En el planning estaba repostar en Miranda de Ebro, localidad en la que se vende la gasolina más barata de España (hay que mirar por la economía) y llegar a comer a un bonito pueblecito llamado La Arboleda, en el Valle de Trapagarán, cerca de Portugalete. La expedición a Euskadiz estaba compuesta por José Luis, Merche, Manolain, Maite y el que escribe. Y por supuesto, el incombustible Kiko.

Llegamos felizmente a la citada localidad. El País Vasco nos recibió, como no podía ser de otra manera, con un clásico "chirimiri" y una entrañable niebla que nos impidió disfrutar de las preciosas vistas que hay desde este lugar. Tras dar unas vueltas para encontrar un restaurante donde nos dispensaran unas viandas, dimos con uno en el que nos agasajaron con una tremenda "alubiada"; impresionante el choricito y el morcillo. Kiko se lo zampó rápidamente y se fue a ligar con la niña de 6 años de la mesa de al lado. Los demás nos quedamos haciendo tiempo, degustando licores varios.



Sobre las 7 de la tarde llegamos por fin a Bilbao. Tomamos posesión de nuestro alojamiento y nos dispusimos a probar las camas en una breve pero reparadora siesta. Se pudo escuchar un estruendoso pedo que hizo temblar hasta los cimientos de la cercana plaza de toros de Vista Alegre, sin duda provocado por el atracón de alubias anteriormente mencionado. Aún buscamos a su autor... je je!!!

Sobre las 22:00 tomamos camino al casco histórico de la capital vizacíana, donde habíamos quedado con la gente de Txapela Amarilla, Urce, Yanire y su cuadrilla. La Plaza Nueva nos recibió con los bares abiertos, circunstancia que aprovechamos para degustar toda clase de pintxos y regarlos con txikitos, zuritos, txakolís y demás caldos propios del lugar. Luego unas copillas y... a las 7 de la mañana ya estábamos durmiendo. Bueno, casi todos se fueron bastante antes, pero es que uno, pa un día que sale tenía que aprovechar...





Domingo 12

Tocan diana a las 12 de la mañana. Hay que abandonar el hostal. Las ansias culturales de unos, dan con sus huesos en el famoso Guggenheim de Bilbao. Las ansias gastronómicas de otros, dan con sus gaznates en la no menos aclamada calle Licenciado Pozas. Tomamos uno de sus bares, de cuyo nombre no quiero acordarme, como centro de operaciones. Allí fue poco a poco llegando el cadismo: Txapela, Marea Amarilla, Brigadas, NxT, Los Pitxas y, cómo no, nuestros amigos de Ortuella. Tras varias horas de buen rollo con la parroquia local, al fin llegamos a la Catedral. Un momento histórico, tanto para el Cádiz C.F, tras tantos años sin pisar San Mamés, como para nuestra Peña.

Colgamos la pancarta (Tono irónico "on": gracias al miembro de Norte Trompetero por su impagable ayuda. Tono irónico "off") y nos dispusimos a disfrutar del partido y del ambientazo, aunque "no estábamos todos: faltaba el bombo". Entre cánticos y botas de vino, transcurrió la primera parte y, para ser sincero, no me enteré de nada. En la segunda ya estaba más entonado y estuvimos animando sin parar a pesar del ladrillo que no estábamos tragando. Ni el mazazo final del penalty nos pudo callar; aunque nos puso de mala leche, eso sí. La parroquia del Athletic supo reconocerlo y nos despidió con una gran ovación y masivo intercambio de bufandas.



Tras un pequeño pasacalles alrededor del estadio, pillamos el coche y enfilamos la carretera que nos devolvía a casa tras este gran fin de semana.

¡Nos vemos en Valencia!

Chele