Paella, sol, playa, cachondeo, manolo el del bombo, pancarta, muchos goles...menos puntos para el Cádiz, hubo de todo

Sábado en la noche: partido Barça-Madrid, habrá que verlo no? Domingo por la mañana: a levantarse tempranito que hay que irse. El coche de Manolo y Merche que sube la calle y sorpresa!, José Luis, Chele, Kiko y yo esperando puntualmente con la pancarta, parece que por una vez vamos a salir bien de tiempo.

De aquí del tirón a la plaza donde hemos quedado con Javi, Diego y Marta, que también han llegado temprano y están desayunando un cafelito para tomar fuerzas para el viaje. Increíble!, salimos para Valencia a la hora convenida.

El coche rojo y el verde comienzan a tirar millas hacia levante, pero por el camino cada uno hace diferentes repostajes, uno para revisar las ruedas o algo parecido, el otro para refrescar las gargantas y llenar el buche, por lo que la llegada la hacemos de forma escalonada. Bueno pues vamos tirando pa el bar no?

Así llegamos a visitar a Manolo el del bombo y su bar museo, quien nos recibe con los brazos abiertos, a este le he visto yo por el Carranza cuando el trofeo estaba en sus años dorados. Como no, nos hacemos una fotito con él en la barra, parece que lo tiene bien ensayado pues nos hace ponernos un gorros que tiene por ahí para hacer una segunda foto, ritual que observamos repite cariñosamente con todo el que quiera llevarse un bonito recuerdo del momento.



De ahí, y dado que la otra parte de la expedición prefiere comer por la zona con familiares desplazados desde Cádiz para la ocasión, nosotros, la sección roja, marchamos a la playita de El Saler para tomarnos, ya que estamos, una buena paella.

El arrocito en su punto, con un dedito de altura y en paellera gigante, como debe ser, y además bien surtido de marisco. El camarero nos sale vacilón con lo vinos, menos mal que está José Luis para ponerle en su sitio. Nos vamos animando con la comida, el kiko tira la copa de vino y la rompe (¿o fui yo?), Chele rebaña los últimos granos de arroz, ¿ya no hay más?, Manolain saborea la croqueta que le ha tocado de aperitivo, Merche preocupada de si podremos poner la pancarta, el primo dándole a los caracoles...

Tras un paseito por la orillita del mar nos volvemos para Valencia, ya hay nervios prepartido y mucha animación amarilla por la calle. La peña Los Condenaos de Pineda del Mar nos sorprende con su pancarta kilométrica, el Canal 9 nos hace una entrevista en los aledaños del estadio. Por fin nos reencontramos con la expedición verde que venían de tapear, ya volvemos a estar todos.

Un poco de cola y entramos, nos hacen abrir la pancarta para verla no vaya a ser que contenga un texto obsceno u ofensivo. Dentro nos aguardan escaleras, peldaños y escalones varios, ¿todavía hay que subir más? pues sí, aun más. Ya en la grada conseguimos colocar la pancarta en un sitio que ni hecho a medida, y sin pelearnos con nadie. Miramos hacia el campo, pues sí que está alto esto, menos mal que hay barras eh Merche?



El partido entretenido, bajo un sol abrasador pero divertido. La hinchada amarilla animando todo el rato y pasándolo bien. Al descanso va y se acaba la bebida, ¡con la calor que hace y nos tienen secos!, es igual, ni así van a conseguir que nos callemos.

Al final las cosas del futbol: el equipo menos goleador le hace tres goletes al equipo menos goleado de la liga, por primera vez en todo el año mojamos tres veces en un mismo partido, ¿y qué recibimos a cambio? pues 5 golazos en nuestra portería, uno tras otro.

Bueno, pues otra cañita al bar de Manolo el del bombo y la sensación sincera de que sí, sí, sí, lo vamos a conseguir !!.

Maite 1918