21 de abril de 2014
Por desgracia, hoy hemos conocido que ayer, los indeseables de siempre, que dicen apoyar a sus equipos (en realidad lo que hacen es desgraciarlo) volvieron a ser noticia, por la trifulca que protagonizaron en Chiclana (hay que ser muy cortito para desplazarse específicamente a pegarse).
La violencia es una lacra que debemos, entre todos, desterrar de nuestro fútbol. Porque a veces las cosas llegan demasiado lejos. Valga el 29 aniversario de este ascenso a Primera, que acabó en tragedia, por la muerte de un socio cadista por el impacto de una bengala, que aunque prohibida hace tiempo, seguimos viendo por desgracia en algunos campos (ayer mismo se tuvo que parar un partido en Holanda).
Acabemos entre todos con estos comportamientos.