Seguramente, con las carencias que da empezar tan pronto la liga, considerando que la plantilla aún no está cerrada y que había muchas bajas, el técnico cadista estará hoy satisfecho con el partido que hizo su equipo.
Con Garrido y Mantecón haciendo su tapón en la medular, Abel Gómez era el encargado de enganchar con Ortuño arriba, uno de los pocos fichajes que debutó ayer. En la defensa, Aridane y Migue sigue ofreciendo garantías.
Lástima que el Cádiz no supiera aguantar la ventaja que cobró primero, pero también es verdad que los locales terminaron apretando muchísimo y se sufrió. La entrada de los canteranos Juanpe y Quintana abre una puerta a la esperanza de los que esperan en el filial.
Bien de momento, a la espera de ver al equipo en casa. Que alegría volver a la Segunda División