Y van...enésimos. Alvaro Cervera no tendrá la fórmula de la Cocacola, pero tiene la suya propia. Los ingredientes de la victoria de hoy, los habituales. Posición bien plantada en el campo, Garrido gritando "no pasarán" en cada jugada de los contrarios, seguridad total atrás, y esperar, que ya caerá, la ocasión.
De repente sale con Salvi de mediapunta, mete a Barral y a Moha en la segunda parte...Los mortales no damos para entender los designios de Cervera, pero él sabe lo que se hace. Olió sangre, y al lío. Escapada del africano cuando el Lugo boqueaba ya, penalti claro, y Barral desde los once metros...tembló lo justo.
Y para el final, el toque maestro, el ingrediente secreto. Cifuentes, que no había tenido apenas que aparecer en todo el choque salvó un mano a mano en el área pequeña con una parada de otro mundo. Estar cuando se le necesita aunque lleves 89 minutos sin entrar en juego. La definición de PORTERO SOLVENTE con mayúsculas.
Siete puntos de nueve, un gol encajado en tres partidos. La línea ascendente no se ve interrumpida por el verano y el baile de jugadores. Porque ÉL, Cervera, sigue ahí.
Foto: cadizcf.com