05 de septiembre de 2017
Ficha en la web:
Cádiz y Almería se juegan hoy una ronda de la Copa del Rey. No es la primera vez que lo hacen. En la campaña 74-75 (entonces Copa del Generalísimo) ambos equipos se midieron en 3ª Ronda.
El Cádiz entraba directamente en dicha ronda, mientras que los rojiblancos, en su condición de equipo de Tercera, lo hacían desde la primera. Para medirse al Cádiz, tuvieron antes que dejar en la cuneta a Linares y Melilla (contra quien remontaron con un espectacular 5-0 en casa el 3-0 recibido en tierras africanas).
El duelo andaluz fue de poder a poder y dejó un enfrentamiento muy bonito para el espectador. La ida se disputa en el campo de La Falange. Sabino Barinaga, técnico cadista, había pasado por el mismo campo un año antes con el Oviedo en trance similar, así que conocía las armas del cuadro almeriense.
El equipo local no se aminaló ante un equipo de superior categoría al que le jugó de igual a igual. Pese a ello, fueron los visitantes los que se adelantaron con un gol de penalti transformado por Eloy poco antes del descanso. No se rindió el Almería, que en el minuto 49 encontraba el premio a su esfuerzo con el tanto del empate.
Los últimos minutos fueron una verdadera locura. El Cádiz se volvió a adelantar gracias a un tanto de Villalba, pero sólo un minuto después, en el 79, otra vez los locales igualaban la contienda. Y otro minuto más daban la sorpresa poniéndose por delante, gracias a otro gol de Rojas, este desde el punto de penalti también. Al Cádiz le quedaban diez minutos para arreglar la papeleta.
Imponiendo su mayor calidad en el centro del campo, los amarillos se armaron de paciencia y cocinaron el partido hasta que Mané, con la clase que tenía, hizo el 3-3 definitivo. Ambos técnicos, Lalo y Barinaga, se veían con opciones de pasar (el técnico cadista fue muy valiente afirmando que tenían el "98% de posibilidades de pasar", una frase impensable hoy día).
El partido de vuelta, como casi todos los que jugaba el Cádiz con Barinaga, volvió a ser de ida y vuelta y con mucohs goles. El equipo amarillo tenía mucho potencial ofensivo pero encajaba muchos tantos en defensa.
Con Ibáñez y Eloy llevando otra vez la batuta del encuentro (una de las mejores parejas de mediocentros que hayamos disfrutado nunca), fabricaron multitud de jugadas que los delanteros amarillos fallaban clamorosamente. Tuvo que ser precisamente Eloy el que por fin, de cabeza, abriera el marcador al borde de la media hora. Ese tanto afectó mucho a los visitantes, que habían merecido más hasta entonces.
Ya en la segunda parte otro chispazo de calidad, esta vez de Villalba, que se sacó un centro medido para Mori que sólo tuvo que poner la testa, ponía agua de por medio, estableciendo el 2-0. Poco duró la tranquilidad local: tres minutos después el Almería recortaba distancias con el gol de Alfonsín.
Tras aguantar el arreón de los almerienses, el Cádiz consiguió dominar el partido para que los minutos se fueran consumiendo, y en otra jugada magistral de Eloy, llegó el 3-1 obra de Mané, minuto 87. Todo parecía acabado ya pero una vez más el Cádiz concedía demasiado atrás y permitió que otra vez los visitantes se acercaran en el marcador, haciendo el 3-2 a falta de un minuto. Gol en claro fuera de juego pero que aún así inquietó a la parroquia local.
Por fortuna, el marcador no se movería y los amarillos pudieron respirar tranquilos, obteniendo el pase a la siguiente ronda. Poco duró la alegría en esta competición: el siguiente rival, el RCD Español, aprovecharía su clara superioridad para avanzar en el campeonato a costa del Cádiz.