17 de septiembre de 2017
Ficha en la web:
Algo debe pasar cuando el Cádiz tiene que cruzarse España entera de sur a norte, algo se queda por el camino, porque desde que el Oviedo ha vuelto a cruzarse en el camino del cuadro amarillo desde aquella promoción de 2015, todo lo que se juega contra el cuadro carbayón sale a deber.
El equipo de Cervera, que venía con una trayectoria impoluta, cedió su primera derrota en el Tartiere, donde hizo muy poco por evitarlo. Con mútliples bajas y la añadida por la historia de Barral (vaya día para mear fuera del tiesto), los visitantes estuvieron muy romos en ataque. Otra vez basaron su partido en la seguridad defensiva y buscar que la gente de arriba sacara algún chispazo.
Pero sin Alvaro García ni Barral, con Abdullah que está muy mal esta campaña, el único que hacía run-run en la grada era Salvi, que sólo no se bastaba para inquietar al portero contrario. La falta de control en la medular propiciada por el bajo rendimiento del de Comores, dejaba al Oviedo acercarse demasiado al área de Cifuentes. El veterano guardameta no pudo salvar otra vez a los suyos cuando Toché, tras un control orientado de mucha calidad, lo fusilaba a placer.
El marcador ya no se movería, el Cádiz lo intentó con más corazón que cabeza y el club se iba de vacío de su duelo contra el Oviedo. Otra vez.