25 de octubre de 2017
Ficha en la web:
Torneo inalcanzable para los modestos, amañado por las televisiones y los grandes de nuestro fútbol (que así se ahorran sorpresas en pro del dios audiencia), era la ocasión perfecta para que el Cádiz cambiara algunas caras y la cara, y pudiera mostrarse sin los agobios de la liga, esperando sin embargo que las piernas y sobre todo los nervios se suelten para la competición de los fines de semana.
Con varios cambios, como viene siendo habitual en estos partidos, Cervera, sancionado viéndolo todo desde el palco, pudo ver al menos como su equipo plantaba cara y ponía en ciertos aprietos al mejor Betis del último lustro (que ya es mala suerte cruzarse con los verdiblancos en su momento más dulce en cinco años).
Por desgracia pudo ver también que algunos males de los suyos siguen ahí y no se van a ir porque venga un Primera a Carranza: errores gravísimos en las dos áreas (muestras como el primer gol bético o la increíble ocasión fallada por Alvaro García en el mismo sitio un tiempo después), y peor aún, las lesiones que siguen cebándose con sus efectivos (hoy se tuvo que retirar Garrido por precaución, porque veía que se rompía).
Como distracción ha estado bien, pero nos toca a todo ponernos a pensar en el duelo del sábado ante el Rayo, donde nos jugamos mucho.