03 de enero de 2018
Ficha en la web:
A punto estuvo el Cádiz de dejar la eliminatoria abierta ante un eqiupo titular del Sevilla que juega nada menos que octavos de Champions.
Con un once plagado de suplentes, el equipo amarillo salió bisoño y timorato al campo, y concedió demasiadas facilidades ante una escuadra que con tanta envergadura, no iba a perdonar. Pudo ser peor, ya que los sevillistas mandaron algún balón al palo y Rubén salvó un mano a mano clarísimo.
Pero en la caseta, Alvaro Cervera recalibró a sus pupilos, que se cambiaron la máscara por completo en la segunda parte. Le plantaron cara a todo un Sevilla, se fueron haciendo con el partido y con el posicionamiento en el campo, tendencia que se confirmó cuando el técnico cadista sacó a sus mejores armas, sus dos balas, Salvi y Alvaro.
Entre ellos fabricaron la mejor ocasión local que terminó en un penalti, que esta temporada, está siendo sinónimo de sufrimiento. En este caso fue Salvi el que ejecutó, pero el guardameta visitante adivinó la intención y salvó lo que habría sido un 1-2 que hubiera dejado más emoción para la vuelta en Sevilla.
En todo caso, deja el Cádiz una excelente sensación tras la mejora tras el descanso, y que ahora sí, se debe concentrar en su guerra. El sábado espera el Granada, un rival directo por el ascenso.
Foto: La Liga