28 de mayo de 2018
Ficha en la web:
Qué cara de tonto se le queda a uno cuando le pasan estas cosas. Al iniciarse el descuento del partido, el Cádiz tenía el playoff matemáticamente asegurado. Todas las carámbolas necesarias se daban en el resto del campos, y los amarillos ganaban su partido. Sólo faltaba rematarlo y el viaje a Granada se convertiría en un premio por ver cuanto más se podía mejorar un premio ya de por sí excelente.
Pero llegó entonces el infortunio del gol visitante en el último suspiro. Eso, sumado al fallo incomprensbile de Alvaro García cuando tenía todo para marcar (en una contra de libro) dejaban una sensación agridulce en Carranza. El equipo depende ahora de sí mismo para jugar el playoff de ascenso, pero es que lo había tenido en la mano y se podría haber ahorrado una última jornada de infarto, dado que los múltiples empates no ayudan mucho a los amarillos.
La semana que viene en Granada, es el no va más. Doble o nada.
Foto: Diario de Cádiz