Tenía que ser así. Y sobre todo, tenía que ser ahí. El Cádiz ha conseguido, con el triunfo hoy en Getafe, una permanencia virtual en Primera, que solo con el tiempo podremos valorar como es debido. Porque el milagro que está obrando Cervera, por si no lo hemos dicho mil veces ya, es para peregrinar descalzos.
Tenía que ser en Getafe, donde el Cádiz descendió de forma matemática la última vez que estuvo en Primera. Hoy no estuvo la "afición" de este club, que aquel día gritaba "a Segunda" de forma cruel e inexplicable. Equipos pequeños que siempre serán pequeños. Hoy se ahorraron ver como el Cádiz se llevaba los puntos que dejan la permanencia a tiro de piedra, mientras que ahora son ellos los que miran de frente al descenso. Justicia poética.
No deja de llamar la atención como el Cádiz se fue al descanso con empate a cero y gracias (porque los locales tuvieron dos ocasiones clarísimas, sobre todo la que salva Negrado bajo palos ya sin portero; también se pueden marcar goles en tu área), después de dominar la posesión. Sin embargo en la segunda, fueron los de Bordalás (que hoy no perdieron tiempo al final) los que mandaron en la posesión. Y seguramente por eso, llegó el gol cadista, que llegó en un centro mordido del Pacha, que Timor introdujo en su propia portería. Justicia poética.
Toda la lógica y la estadística dice que tenemos la permanencia virtualmente conseguida, pero vamos a sumar otra victoria más que nos lo certifique de forma matemática.
A sus pies siempre, don Alvaro Cervera
Foto: La Voz