Logo Principal JUGADORES ENTRENADORES PRESIDENTES HISTORIAL ENFRENTAMIENTOS RANKINGS

AQUÍ VIVE LA HISTORIA DEL CADIZ CF

foto_noticia
foto_noticia

Cuando en el fútbol 2+2 si suman 4

14 de agosto de 2022

Ficha en la web:
Cádiz - Real Sociedad (2022-2023)

Este deporte nos enamora, nos apasiona, nos decepciona y nos puede llevar la más hondas de las tristezas. Desata una pasión difícil de explicar, porque permite cosas que en otros deportes no pasan. Pero no siempre se pueden dar la carámbola de milagros que disfrutamos en la última jornada de la campaña anterior, que nos regaló otro año más en Primera. A la larga, las matemáticas sí se terminan cumpliendo.

Y las matemáticas son que este Cádiz es de largo el peor equipo reforzándose en lo que va de mercado. Otra vez más. Considerando que fuimos el primero por la cola de los que siguen del curso anterior, se deduce que no nos sobró absolutamente nada. Pero ni vendemos y con ello hacemos caja para futuros fichajes, ni subimos el nivel de la plantilla, que solo tiene dos caras nuevas. Y así, es muy complicado.

Por mucho que Sergio González lo haya querido disimular en rueda de prensa post-partido, y por mucho que Vizcaíno nos mande una carta a todos los abonados conminandonos a estar agradecidos y a no chistar (preparándonos ya de antemano para otra chapuza en esta ventana de fichajes), la realidad es que este Cádiz ha perdido a Salvi, Akapo, Jonsson, Haroyan e Idrissi, y solo ha traído a Mabil y Zaldúa, amén los canteranos (o jugadores del filial habría que llamarlos mejor) que a la fuerza ha de disponer Sergio. Eso, de nuevo, a un equipo que si tiene un cuarto de hora menos el año pasado, se hubiera ido a Segunda. No nos sobra nada, y en vez de engordar, hacemos más ayuno todavía.

Si además todo eso, vemos de titulares a un Perea al que Sergio defenestró por completo cuando llegó en enero, a un Arzamendia que nada más acabar la temporada expresó su deseo de irse, y terminamos completando el cuadro con una medular desastrosa formada por Fali (que da para lo que da, es decir, mucha fuerza y pundonor) y por Jose Mari (que no se pareció en nada al capitán que conocemos), el asunto se torna en drama. Si hasta el mismísimo Pacha Espino hace un partido horripilante (regaló el 0-2 a un rival, que no lo supo aprovechar), se antoja ya imposible que nos baje a ver la virgen otra vez. Algo tendremos que poner nosotros también.

Teniendo enfrente un equipo con nivel europeo que se ha gastado en mejorar su plantilla más de 30 millones en fichajes (mientras nosotros no podemos competir con los tres millones que ha pagado el Elche por Roger), el plato está servido. El gol de la victoria realista resume el encuentro: fallo garrafal entre Chust y Jose Mari (de verdad que lo del roteño hoy ha sido doloroso), pase de precisión de Merino, defensa cadista que se queda rompiendo el fuera de juego, y Kubo remacha a Ledesma controlando con una pierna y disparando con la otra.

Por parte del Cádiz, apenas pudimos hacer cosquillas en todo el partido. Si se hubiera seguido jugando un día más, tampoco habríamos casi tirado a puerta. Solo las maniobras de Lozano y las extravagancias de Mabil despertaron algo a la grada, fueron lo único que llevarse a la boca. Pero la candidez e inoperancia inofensivas daban lástima, porque nuestros jugadores, eso es cierto, dan todo lo que tienen. Casi sería mejor que se arrastraran por el campo, tendríamos motivos para pitarles y enfadarnos, pero la realidad es que se dejan todo. A quien te lo da todo, no se le puede pedir más.

Por tanto, es a otro sitio al que hay que dirigir las peticiones, porque ahí no da la sensación de que se haya dado ese todo. Si la directiva no lo ha visto hoy, no lo verá nunca. Más claro no puede estar. Luego las prisas en enero, como en el año pasado, son malas consejeras. Pero leyendo de nuevo esa carta enviada hoy al abonado en la que se nos riñe por reclamar lo que es nuestro (es que es difícil de asimilar), por pedir que el retorno de todo lo que se han ingresado estos años por ventas y por derechos de TV se refleje en el campo, nos hace ser muy pesimistas (hay que estar muy cegado para escribir ese texto, convencido de que todo lo que no sea dar las gracias será ingrato).

Queda mucho tiempo, pero a este Cádiz no le sobra nada. No podemos regalar las jornadas que se juegan hasta el 31 de agosto. Ya vamos tarde. Desde mediados de mayo concretamente, que han pasado tres meses.

Foto: cadizcf.com