Juan José Jiménez Collar (apodado "Sandokán") nació en Cádiz el 29 de julio de 1957, en el barrio de Astilleros, donde pasaría toda su infancia. Desde que apenas se mantenía en pie, le atrajo el deporte rey, del que se sigue confesando un “picado”. En cuanto tenía la oportunidad salía a la calle a patear el balón, y enseguida comenzó su periplo por los distintos equipos que le llevarían al Cádiz.
El primero de ellos a destacar es el Regina Pacis, el primer conjunto donde Juan Jose jugó ya federado. Fue en este pequeño equipo de cantera donde un día lo vio corretear por la banda Luis Escarti, entrenador entonces del Cádiz Infantil, que no se lo pensó, y lo incorporó junto al resto de sus chavales, adivinando ya entonces que en aquel jugador había madera de profesional.
En contra de lo que parece lógico, Juan Jose no empezó jugando como lateral, sino como interior e incluso extremo diestro, lo cual explica porque sería luego un lateral tan ofensivo. El caso es que nadie sabe porqué, pero Escarti lo obligó desde el primer día a ocupar el puesto del “dos”. Esto provocó que en sus primeros partidos, Juan Jose no diera la talla: “yo apenas tenía 14 años y siempre había jugado de medio campo para arriba. Mis primeros partidos como lateral fueron nefastos, dejaba muchos espacios, no daba una con el fuera de juego…un auténtico desastre”.
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Pero ni él ni su entrenador cejaron en su empeño ni se desanimaron, y poco a poco Juan Jose fue aclimatándose a su nuevo puesto, y haciéndose cada vez más fuerte. Su progresión era imparable, así que fue pasando paulatinamente los distintos escalafones del club amarillo: del infantil al Juvenil B, de ahí al Juvenil A y finalmente el filial, que entonces militaba en Regional Preferente, y al que llegó con 17 primaveras. Allí coincidió con una quinta de futbolistas que aún se estaba gestando, y que habría de llevar al Cádiz a sus mayores cotas de éxito a lo largo de la década de los 80. Tras dos temporadas en el Cádiz B, en la segunda de las cuales ya iba entrenando con el primer equipo, con el que disputaba muchas veces los partidillos intersemanales, y con el que jugó la Copa Andalucía, los técnicos cadistas coinciden en que la Preferente ya se le queda muy pequeña, pero aún lo ven demasiado verde para jugar en Primera División (el Cádiz acababa de conseguir su primer ascenso a la máxima categoría) y deciden cederlo, en la temporada 77-78, al Jerez Industrial, que juega en Tercera División. Lo acompaña a Jerez nada menos que Pepe Mejías, con lo que el técnico industrialista, Pepe Valera, recibía a dos diamantes en bruto que pronto explotarían como los grandes futbolistas que eran. Juan Jose aprovecha además este año para realizar el servicio militar en San Fernando, con la mente puesta en volver a la temporada siguiente al primer equipo cadista, y centrarse en él exclusivamente. Y así fue. Como sabemos, el Cádiz no puede conservar la categoría el año de su debut en Primera, y Roque Olsen decide que es el momento de que Juan Jose suba al primer equipo, por lo que lo reclama del Jerez Industrial. Nuevamente, iba acompañado de Mejías en su vuelta a la Tacita. |
Sólo dos partidos le hicieron falta para disfrutar de su debut en el máximo nivel. A veces la vida en general y el fútbol en particular tienen pequeños guiños, y a Juan Jose le tocó uno de estos en uno de los días más importantes en su carrera como profesional. Y es que Roque Olsen le daba la oportunidad de vestir la camiseta del Cádiz por primera vez en el estadio en el que posteriormente jugaría tres temporadas, el Santiago Bernabéu, para jugar contra el Castilla.
Sería la primera piedra de una carrera plagada de éxitos. Juan Jose se convertiría en titular indiscutible de la banda derecha de Carranza, mostrando sus cualidades: una velocidad endiablada, agresividad en el corte, sin rehuir nunca el choque, y múltiples incorporaciones al ataque en las que ayudaba mucho, tanto arrastrando al interior contrario, al que obligaba a jugar en posiciones muy retrasadas, como ofreciendo una ayuda a su compañero en la derecha y poniendo balones con gran precisión a sus delanteros.
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Las dos campañas con Roque Olsen, la 78-79 y la 79-80, fueron de continuo crecimiento para el lateral gaditano, aunque sin duda fue la temporada 80-81, ya con Milosevic ocupando el banquillo cadista, en la que Juan Jose explotó de forma definitiva. Disputó 33 encuentros, contribuyendo a coronar una excelente liga a la que se le puso la guinda del increíble ascenso en Elche. Al año siguiente pocas cosas cambiaron para Juan Jose. Esta vez en Primera, la camiseta del número 2 tuvo siempre el mismo dueño. Nada menos que 35 partidos saliendo en la foto inicial, y hasta el lujo de marcar dos goles, que por desgracia, no fueron suficientes para evitar el descenso de categoría. Aunque eso sí, el rendimiento de Juan Jose era tan espectacular que varios clubes empezaron a disputarse su incorporación. Finalmente fue el Real Madrid el que se llevó el gato al agua, en un fichaje de lo más estratosférico. Era abril de 1982 cuando Juan Jose anunciaba que la siguiente campaña iría al Real Madrid, y alguno pensaría que los pocos meses que le quedaban en Carranza, el lateral se reservaría para llegar en óptimas condiciones al Bernabeu. Pero nada más lejos de la realidad: Juan Jose se dejó la piel en cada partido, como venía haciendo, e intentó hasta última hora evitar el inexorable descenso de categoría cadista. Todo el mundo en Cádiz supo verlo, y Juan Jose fue despedido con muchas ovaciones, y con todos los mejores deseos para su nueva etapa en la cima del balompié español. |
LA AVENTURA MADRIDISTA Apenas finalizada la temporada 81-82, y con el Mundial de España en ciernes, Alfredo Di Stefano (en palabras del propio Juan Jose, “era un entrenador que hablaba muy poco, prefería los hechos y que fuera la pelota la que hablara”), que dirigía entonces el banquillo merengue, se lleva a su equipo de gira por Sudamérica, primera de las aventuras en las que se embarca Juan Jose con su nuevo equipo. Allí compartía vestuario con nombres de la talla de Stilike, Juanito (su gran amigo en el vestuario), Del Bosque, García Remón, Santillana, Gordillo, Camacho…Menudo elenco de jugadores. Esta primera temporada en el Real Madrid fue de grandes contrastes para Juan Jose. A nivel personal no pudo ser mejor. Nada menos que 31 partidos en Liga, además de la Copa del Rey, la Recopa, etc…Sin embargo, aquel año pasó a la historia negra del Real Madrid como “la temporada de las cinco finales”. Y es que los merengues perdieron cinco títulos en la final o en el último partido: en la última jornada los blancos caen en Valencia mientras el Ath. Bilbao vencía en aquel histórico partido en Las Palmas que les daba su primera liga en casi 30 años; el Barcelona les derrota en la final de Copa, el Aberdeen escocés les arrebata la Recopa en la final; además de perder la Supercopa de la liga contra la Real Sociedad y serle arrebatada también la Supercopa de España. Esta gran campaña pasó sin embargo factura a la siguiente. Y es que Juan Jose pasó de jugar con el Cádiz una media de 30 partidos por temporada (tres cuartos de los mismos en Segunda División) a disputar con todo un Real Madrid casi 70 partidos, entre liga, copa y competiciones europeas. En esta 83-84 Juan Jose no pudo mantener el mismo ritmo, aunque no obstante, Di Stefano siguió contando con Sandokan. |
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Sin embargo, en la temporada 84-85 llega otro ilustre exjugador al banquillo madridista, Amancio. En el primer día de entrenamiento, Juan Jose supo que no sería un buen año. Amancio le explicó al gaditano que no le agradaban los laterales con mucha proyección ofensiva, y que prefería en su lugar a aquellos que se dedicaban exclusivamente a defender. Juan Jose captó el mensaje, y aún así, su buen humor no decayó, ya que bromeó con su gran amigo Juanito: “esta temporada voy a jugar menos que…”. Por desgracia, no se equivocó. Como le ocurriera en su primera campaña, los contrastes fueron mayúsculos: mientras nuestro protagonista no contaba apenas con oportunidades, su club, tras dos años de sequía, levantaba los títulos de la Copa UEFA (arrebatada en la final al equipo húngaro del Videoton) y la Copa de la Liga (tras derrotar al eterno rival del Atlético de Madrid).
Aquel 30 de junio finalizaba el contrato de Juan Jose con la casa blanca, y Ramón Mendoza, que había tomado la presidencia mientras el lateral era futbolista del Madrid, decidió no renovar al bravo lateral. Sin ningún tipo de rencores, Juan Jose dijo adiós a la afición madridista, para buscar un hueco en un nuevo equipo.
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Parecía que Juan Jose marcharía al Betis, pero a última hora su representante le falló, y el gaditano se quedó sin equipo, teniendo que entrenarse por su cuenta. En ese momento, y cuando parecía que la temporada estaba ya perdida y habría que esperar al mercado de invierno, ocurrió un hecho realmente histórico. La peña Enrique Mateos, una de las más antiguas del Cádiz, recogió firmas para que Juan Jose volviera al club de sus amores. La presión popular pudo, e Irigoyen reincorporó a Juan Jose, con un contrato por dos temporadas, que se iría prolongando en el tiempo, y es que el jugador un año sí y otro también, seguía rindiendo a un nivel excepcional, y cada año era vital para conseguir las increíbles permanencias de sobra conocidas. |
En su última temporada como cadista, marcó el penalti definitivo de aquella cardíaca promoción contra el Málaga, y que sumado a la parada posterior de Szendrei, permitieron al Cádiz mantenerse, nuevamente y contra todo pronóstico, otra temporada más en Primera División. Juan Jose se marchaba así de vacaciones con una gran sonrisa, sin imaginar ni de lejos lo que se encontraría a la vuelta del periodo estival, y que fue ni más ni menos que el mensaje, de Ramón Blanco como entrenador, y Hugo Vaca como secretario técnico (y con los que había coincidido en el vestuario en su primera etapa como jugador cadista), de que el Cádiz no contaba con él para la nueva temporada.
A la desesperada y casi sin tiempo para reaccionar, Juan Jose intentó buscar acomodo en otro equipo. Estuvo a punto de firmar por el Marbella, que aquel año jugaría en Segunda División tras su exitoso ascenso, pero finalmente la operación no cristalizó. Tras esto, y después de trece temporadas como profesional, Juan Jose prefirió colgar las botas antes que irse a algún equipo de poca categoría en el que deambular antes de la retirada definitiva.
JUAN JOSE Y LA SELECCIÓN Juan Jose ha sido uno de los pocos futbolistas que ha sido llamado, vistiendo la camisola amarilla, por el seleccionador nacional. Se da por hecho que Juan Jose debutó con la roja en octubre de 1982, siendo jugador madridista, pero lo cierto es que el 11 de noviembre de 1981 disputó su primer partido como internacional, en la selección A-bis, que dirigía por aquel entonces Vicente Miera. Mientras la selección A (comandada por Santamaría) jugaba en Polonia contra el equipo local, Juan Jose jugaba con la bis en Zaragoza, ante la misma versión del combinado polaco. Posteriormente fue convocado cuatro veces con la selección A (en plena fase de preparación para el Mundial de España), pero en todas estuvo de suplente sin llegar a jugar. A pesar de forma parte de una primera selección de 40 jugadores, finalmente no entró entre los 20 que representaron a España en el mundial de Naranjito. Celayeta y Urquiaga fueron los diestros escogidos, si bien finalmente terminó siendo Camacho, a pesar de ser zurdo, el que ocuparía el carril del 2, mientras que su compañero de equipo, Gordillo, lucía el dorsal 3. Ya posteriormente llegaron por fin los partidos con la selección absoluta, de la mano de Miguel Muñoz, el 27 de octubre de 1982, en un España, 1 - Islandia, 0 disputado en Málaga y valedero para la Clasificación de la Eurocopa del 84. Después disputaría, en la misma competición, los siguientes partidos: Irlanda, 3 - España, 3 (17-11-82 en Dublín), España, 1 - Holanda, 0 (16-02-83 en Sevilla) y España, 2 - Irlanda, 0 (27-04-83 en Zaragoza). |
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Su última temporada en el Real Madrid, en la que, como ya hemos contado, apenas dispuso de minutos, supuso el final de la carrera como internacional de Juan Jose. Aunque poco importa eso a los aficionados cadistas que vieron en Sandokan a uno de esos jugadores que sienten los colores de su equipo desde que son niños, y que consiguen establecer ese vínculo especial entre equipo y afición, que hace posible que la hinchada se identifique con lo que ve en su campo. Juan Jose será ya para siempre, uno de los símbolos del Cádiz que más alegrías nos ha dado.
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CREACIÓN FICHA: 14/03/2007
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 14/03/2007
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