Un huracán ocurrido a principios de 1929 fue el tiro de gracia definitivo al que hasta entonces había sido con diferencia, el club de fútbol más representativo de la ciudad

Titular en Diario de Cádiz de la desaparición del Español

Cádiz, por su proximidad con Huelva, lugar por donde los ingleses introdujeron el fútbol en España, tuvo desde principios del siglo XX una alta actividad futbolística, que cristalizó en la creación de varios clubes. Entre ellos podemos nombrar el Cádiz Sport Club, el Mirandilla, Cádiz Football Club, Real Tiro Nacional y Cádiz Balompié, aunque sobre todos ellos destacó de forma preponderante el Español de Cádiz. Este equipo llegó incluso a conseguir el campeonato regional en 1916 frente al Sevilla.

Pero a finales de los años 20, justo cuando mayor auge coge el fútbol en nuestro país, en Cádiz pierde fuerza irremisiblemente. Uno de los grandes motivos fue la carencia de un gran “stadium” que permitiera un mayor desarrollo del deporte. Pero a pesar de que eran varias las voces que pedían la construcción de dicha instalación, se impuso entonces el deseo de los rectores municipales, que erigieron la plaza de toros de Cádiz. Como vemos, la falta de instalaciones ha sido un mal endémico a lo largo de toda la historia del balompié gaditano.

El 30 de agosto de 1928 el Español recibe un durísimo golpe: el cuadro gaditano está “eliminado de la Primera Categoria”, por lo que queda fuera de la disputa del campeonato regional, que como va dicho, ganó brillantemente en 1916.

El momento no pudo ser peor. A finales de ese mismo año se acuerda en Madrid la celebración de un campeonato a nivel nacional. Se forma una Primera División de diez equipos, y dos grupos de Segunda División. El Español de Cádiz no está incluido en ninguno de ellos.

Para rematar a un club ya herido de muerte de por sí, en 1929 Cádiz sufre un huracán. Una de las consecuencias que dejó dicho hecho fue la casi destrucción del campo Ana de Viya donde desde 1922 el Español jugaba sus partidos como local. Todas las gradas quedaron destrozadas, por lo que era imposible recaudar ninguna taquilla.

Todo este cóctel de circunstancias adversas colocan al Español de Cádiz en una difícil situación. Esto provoca varias reacciones en Cádiz. Por ejemplo, el 25 de marzo de 1929 una persona que firma como Pepe Balón publica una amarga queja en Diario de Cádiz (redactada con un gran estilo), sobre la inactividad en los campos de fútbol gaditanos, en comparación con los grandes clubes de gran renombre que habían visitado Cádiz con anterioridad: “…bellos encuentros que nos dejaron saturados de buen fútbol…” y pide sino un gran stadium, sí al menos un sitio donde poder practicar el fútbol.

El de 3 de mayo del mismo año, alguien que firma como Eugenio, vuelve a utilizar el diario de la ciudad para replicar que sí hay actividad futbolera en Cadiz, citando al club de la Gimnástica FC (ver foto adjunta, correspondiente a un partido entre Gimnástica y Constructora, jugado el 10 de marzo 1929, que ganaron los primeros por 3-1). Eso sí, se queja de que no se aúnen en Cádiz las fuerzas. Pero lo cierto es que pese a las protestas de este aficionado, las noticias de fútbol por estas fechas brillan completamente por su ausencia, en comparación con años anteriores, cuando se suponía que debía ser totalmente al contrario.

Sólo cinco días más tarde (el 8 de mayo), un lector que firma como GUN, publica una carta en la que haciendo referencia a un artículo premonitorio del periodista L, del 25 de enero de 1925, vuelve a pedir la construcción de un estadio y un gimnasio para no ver morir el fútbol en Cádiz. Especialmente grave le parece que siendo Cádiz un puerto que reciben constantemente escuadras, no pueda enfrentarse a ellas en un recinto digno: “en contraste con años anteriores, hemos visto a los marinos norteamericanos entrenarse entre tablas destrozadas y tribunas derruidas, en lo que queda del campo del Español, sin poder ofrecerles un encuentro con un equipo representativo”.

Las peticiones de que es necesaria la construcción de un nuevo campo se suceden. Así lo hace un periodista de Diario de Cádiz en la edición de tarde del día 16 de mayo, preguntándose “si no sería Cádiz la excepción, la única capital de provincia sin un recinto de fútbol, y un equipo representativo. Es una lástima, y no debería ocurrir así, que caigan en saco roto las 30000 pesetas que en su día invirtió el Español en la construcción y conservación de su campo”, refiriéndose al Ana de Viya.

Sin embargo, la suerte parece estar echada, el Español sigue prácticamente inactivo, y el terrible desenlace que se preveía, se hace realidad cuando el 25 de junio de 1929 aparece en el Diario de Cádiz una nota sin firmar, que anuncia la desaparición del Español: “El pasado sábado se celebró Junta General del veterano Español. Asistimos diez socios. Vistos los inconvenientes que existen para el desenvolvimiento del club, se acordó la disolución del mismo”.

La carta continúa quejándose sobre la situación de orfandad del club, sin equipo, ni estadio, sin el apoyo de los cientos de seguidores de antaño.

Al no estar la mitad más uno de los socios, se pedía la celebración de una segunda junta, abierta a socios y simpatizantes, esperando que alguien tomara las riendas, aunque sin muchas esperanzas: “Desastroso fin de un club precisamente en el siglo de los deportes”.

Frase que podemos dejar como epitafio del que fuera club señero en Cádiz cuando el balón empezó a rodar en España y el fútbol estaba sólo en pañales, y cuyos colores (azul y grana) defendieron jugadores inolvidables como Juan Luqué, Barzanallana, Tejero, Cañadas, Santander, Arrabal e incluso “El Divino” Zamora.

Partido contra el Sevilla en 1924

Fotos: Hemeroteca Diario de Cádiz