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AQUÍ VIVE LA HISTORIA DEL CADIZ CF

Elche - Cádiz (27/10/2007)

 

La crónica se sitúa el jueves 25 cuando nuestro querido Dj Chele nos ameniza con una estruendosa
sesión de rock en el Kundum y nos prepara para un buen fin de semana en Elche.

Viernes 26

Con la salida del curro y el cuerpo “J” que siempre nos dejan las sesiones del citado anteriormente,
salimos Jose y Sergio para Elche donde habíamos quedado previamente con Manuelche, gran personaje conocido el pasado verano en el Lorca Rock y que iba a actuar de “cicerone” por la Ciudad de las Palmeras (y las rotondas).

La llegada a Elche fue sin problemas (aunque parezca mentira, revisen anteriores salidas). En el hotel que reservamos nos encontramos la primera sorpresa, y es que nos dan una cama de matrimonio… ¡qué bien!. Las protestas de rigor y el hotel lleno, a dormir los dos juntitos... espero que mi hermano me respete.

Ya entrada la noche quedamos con Manuelche el cual nos presenta a otro de sus amigos (Javierche) los cuales nos llevan a cenar a una hamburguesería donde todos los tamaños eran enormes. Hamburgueserix se llamaba el local. Después de esa hamburguesa y el “cuerno” más que
generoso de cerveza decidimos ir por los bares Rockeros y Metaleros de la localidad. El primero que
entramos, no tenían ni música ya que la policía local había decidido que esa noche el local no molestaría más; Zauron era su nombre, por lo que una copa y para otro sitio. Fuimos al De La Ville donde estuvimos un buen rato y decidimos irnos para Alicante, que allí tendríamos más ambiente y más R&R.

 

 


En Alicante el primer bareto que entramos nos encontramos con Sociedad Alcoholica y un grupo de Skin Head con la bandera de España tatuada en la cabeza bailando como locos (no entiendo nada). Una copa y para el Cure. Allí estuvimos tomándola hasta el cierre donde decidimos volver a Elche a terminar la noche. Fuimos a las discotecas que hay en las inmediaciones del Martínez Valero donde nos pusieron un bakalao tan duro que decidimos no entrar y dar por finalizada la noche, eso si, antes de irnos nos encontramos a un tipo que estaba haciendo flexiones con la novia subida a su espalda… tampoco entendemos nada. Qué gente más curiosa la de estas latitudes…


Sábado 27

Con la llegada del nuevo día salimos a tomar algún refrigerio de cebada. O como diría el milagro
evolutivo de Urce: a tomar unas pócimas. Nos damos un paseo por un mercado medieval que había instalado y nos tomamos unas cervezas con algo de picoteo a un precio altísimo; ni el propio Rey Arturo podría darse allí un buen homenaje. Así que nos fuimos a comer al bar D ´ Reme, donde nos encontramos a un antiguo delegado del Elche, Pepe Varo el cual se quedó hablando amigablemente con nosotros y comentando anécdotas de los Elche - Cádiz: una gran sobremesa. Además pagó él.

Con la llegada de la tarde y sin la aparición de Chele y Maite decidimos ir al estadio, con susto incluido proporcionado por los Jove Elx que nos hicieron desplegar nuestra pancarta en plena calle para cerciorarse de que no éramos “Brigadas”… por las barbas de Hércules… una pequeña chapita del Ché Guevara a buen seguro hubiera dado con nuestros huesos en el Hospital Provincial… y es que no se puede calentar a los ultras rivales vía SMS y luego no aparecer, que luego el marrón nos lo comemos los demás (el que lo coja pa él).

 

 

Una vez en el campo nos encontramos con una pareja formada por una gaditana y su novio francés (grandes Beltrand y Vanesa), los cuales estuvieron todo el partido con nosotros. También disfrutamos de la aparición estelar de Silverio, un gaditano que había hecho el viaje desde Cádiz y que se declaró admirador de nuestra web. Gracias Silverio!!

Poco antes del partido llegaron Chele y Maite con una cara bastante resacosa. Para variar, menos mal que no llegaron para el descanso que era lo que nos temíamos,. Parece ser que se acostaron el viernes con las primeras luces del día sacando de marcha al gran Yevgen el Ucraniano… y es que así no hay quien salga pronto de viaje al día siguiente, carajo. Pero eso es otra historia…
 
Justo antes de entrar al estadio una voz conocida llama nuestra atención. Era nuestra querida Francisbel y su cortejo de bellas señoritas de la Peña Femenina Ilicitana. Saludos, besos, abrazos (… ejem), una fotito y quedamos para cenar luego, vale?... ok, genial.
 
Por fin entramos al estadio con tiempo de sobra para colocar la pancarta y ocupar nuestras localidades. Todos lo más juntito posible, que no vea el frío que hace por estas alturas. A todos nos pilló desprevenidos porque ninguno se trajo ni una maldita rebequita. Juan Luis, esto se avisa, picha. ¿En el Levante no hace calorcito? Po va ser que no. Cachis… Eso sí; la vista del Palmeral al atardecer desde el anillo mu bonita, oiga.
 
Comienza el partido. El Cádiz parece que comienza dominando, pero el partido transcurre en un centrocampismo inútil. No llega ninguna oportunidad de gol. El público se aburre y se dedica a insultar a nuestro equipo y afición. Eso sí que es una chirigota. Solamente al filo del descanso una jugada bien trenzada del Cádiz da con el balón en el fondo de las mallas. Sin embargo Enrique estaba en fuera de juego y el linié, muy cuco él, se dio cuenta y se lo chivó al árbitro. Así que nada. A la caseta con el resultado inicial y nuestra temperatura corporal bajando por momentos.
 
En la segunda parte más de lo mismo hasta que Fleurquin decide poner un punto de inflexión y hacer una de las suyas, es decir, una patada al cuello de un jugador rival con la consiguiente expulsión del uruguayo. Sin embargo, el equipo ilicitano no quiere aprovechar esta ventaja y a los pocos minutos uno de sus jugadores le da un carajazo a Diego Rivas. Se igualan las fuerzas y el partido se traba irremediablemente. ¿Alguien tiene una mantita por ahí?

 

 

Cristian. Ese es el nombre del lateral derecho del Cádiz que hizo una mano tan estúpida como clara. Ahí. En el medio campo. Para cortar una jugada sin peligro alguno. Pues nada. Como ya estaba amonestado, otro cadista a la calle y más de veinte minutos a jugar con nueve hombres. A encerrarse atrás y a sufrir. A todo esto, oportunidades de gol, cero patatero. Así da gusto hacer desplazamientos…
 
Vamos ya por el minuto 95 y el Cádiz ha conseguido resolver con éxito las embestidas de los ilicitanos, los cuales atacaban con más corazón que con ideas. De la Cuesta saca un balón bajo palos… Los gaditanos perdiendo todo el tiempo del mundo y el árbitro alargando el partido más de lo debido. Se ve que no le han explicado que sobre el descuento no se aplica más descuento. La mala suerte y una desgraciada conjunción de planetas hacen que en la última jugada, Alberto, que llevaba más de un año sin jugar, cabeceara con éxito la última jugada del partido. Los cuatro gatos que quedaban en el estadio ya que la mayoría de los espectadores estaban ya en el parking para huir del consabido atasco, lo celebraron por todo lo alto. Y es que al Cádiz se le tiene muchas ganas por estas tierras. No dio tiempo ni a sacar del medio campo. Hernández Hernández dio por concluido el partido y los puntos se quedaron en casa. En la suya, digo.
 
Cabizbajos y afligidos nos dirigimos al hotel. Es hora de sacar fuerzas de flaqueza y adentrarnos de nuevo en las tortuosas sendas de la noche. Nos cambiamos y caminamos con rumbo firme al local donde curra Francisbel, quien nos recibe con leve sonrisilla a sabiendas de lo injusto del resultado del partido al que acabábamos de asistir.
 
Comienzan a desfilar las raciones: pinchos morunos, choricitos al fuego, cabrillas, gambas al ajillo, canapiés de salmón, delicias de Elche… mmmmmm…. esta gente sabe cómo hacer que las derrotas sepan mejor. La verdad es que siempre que hemos venido la Peña IFEMA nos ha tratado fenomenal. Es justo reconocerlo. Todo esto regado por litros y litros de cerveza que salían de uno de esos grifos que ponen en una mesa y parece que no tienen final. Llegados a este punto, cabe destacar que nos apuntamos una gran victoria ya que ganamos por goleada a todas las demás mesas del local.

 

 

Unos “caliches” dieron pie a los cánticos regionales (tampoco muchos, que no había demasiado que celebrar) y al cierre del bar. Desde allí nuestras amigas nos llevaron a un bar de temática cinéfila en el que disfrutamos de unas copillas y su agradable compañía. José Luis hubiera preferido alargar más este momento pero ellas, ante la perspectiva de tener que madrugar el domingo, decidieron retornar a sus casas. Nosotros decidimos retornar al De La Ville, donde tras unas copillas y unos “head-bangers”, nos hicimos acaparadores del aprecio de los dueños del local. Unos bonitos polos bordados “made in Elx” de regalo son muestra de ello. Despedida y cierre.
 
Vuelta al hotel. Unas birras en la habitación, visionado del grandioso Tele Pez (¡!) y a la cama sin despertar a los niños. Mañana nos espera otra “dura” jornada.
 
 
Domingo 28
 
 
¿Por qué cojones te echan de los hoteles a las 12 de la mañana? Siempre me lo he preguntado. Qué les costará dejarte unas horitas más… hijos de puta!!
 
El caso es que nos echaron sin ningún rubor a esa hora. Como habíamos quedado el día anterior con las de IFEMA en que nos dieran un DVD del famoso partido Elche – Cádiz del año 1981, que supuso el ascenso del Cádiz a Primera División ese año y los del Elche quedarse con las ganas, fuimos a desayunar al bar de Francisbel. Allí estaban Fina y Paco (mejórate, que queremos verte en plena forma lo más pronto posible) con los que estuvimos departiendo un buen rato. Nos hicieron entrega del nombrado dividí y pusimos rumbo a… Murcia.
 
Sí, señores. Como está mandado en los desplazamientos a esta zona del territorio nacional, rendimos visita a Maria Luisa y Javier; a la sazón, primos de Maite. Nos recibieron con gran algarabía junto a varios de sus amigos en su preciosa finca en mitad del limonar murciano.
 
Además de con su más que agradable compañía nos agasajaron con una espectacular barbacoa compuesta de navajas, cigalas, morro de cerdo y un delicioso pollo de corral, todo ello regado por vinos de la tierra y múltiples litronas de cerveza. Risas por aquí, piques por allá...  a ver si la niña aprende a decir “Ese Cadi, oé!” y suelta al Kiko de una vez… Así transcurrió la tarde hasta que oscureció… qué pronto, no?... joder, que ayer atrasaron la hora y nadie me ha avisado!!!
 
Ahora sí. Llegó la hora de volver a los madriles no sin antes mandar a Sergio a la huerta a recoger limones cadistas… je je! La verdad es que sí. A pesar de todo merece hacer estos desplazamientos.
 
Salud y Cadismo. Nos vemos en Albacete.

 

Bixo y Chele

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CREACIÓN FICHA: 06/11/2007

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 06/11/2007

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