Siberia-Gazteiz, día de fútbol, lluvia y cómo no, frío.

Sábado 8

Son las 9:00 am y todos estamos metidos en el coche y rumbo a Eibar, con parada técnica en Ermua donde se ha quedado con los "Pixa", .-¡aquí hay algo que falla!.-, nadie se ha dormido, no se ha llegado muy tarde a recoger a los otros, ¿lo mismo incluso llegaremos a ver el saque inicial?

Una vez de camino a Ermua, Bixo les lleva escuchando a Elvis hasta la salida de Madrid; Maite se queja un poquito y Chele y José dan la callada por respuesta por el miedo que se les castigue con Power Metal. Chele piensa cuáles serían sus 5 grupos preferidos de Power (emulando su cronica de Cordoba): Helloween, Hammerfall, Sonata Artica, Stratovarius y cómo no... los mismísimos Blind Guardian y su canción preferida Valhalla. En un descuido José toma el poder del iPod y pone a Los Enemigos y lo peor... ¡se pone a cantar sus canciones y a intentar explicarnos el significado de cada una! La cosa termina inexpicablemente con un disco de Loquillo (A por ellos que son pocos y cobardes) ante la sorpresa y estupor de los expedicionarios. Como es lo que salió, nos callamos y seguimos p'alante. La autopista nos domina. Bixo conduce con mano firme y pagando poco en los peajes (no reproducimos los chascarrillos de Maite para no herir sensibilidades) y, para no variar, nada más pasar la señal de la carretera que pone Euskadiz, se pone a llover... qué cruz.

 

 

A Ermua se llega a la hora esperada, aparcamos en la puerta y nada más salir del coche nos encontramos con "El milagro Evolutivo"; el gran Urce, a Juan de Kanuto Sur y a Miguel de Los Pixa. Nos tomamos unas cervecitas en un bar cercano a la estación de tren y allí saludamos al resto de los "Pixa´s" con Igor a la cabeza. Unos toman el EuskoAVE (avé si llega) y otros nos vamos en coche a Eibar ya que allí se ha quedado con la Peña de eibarresa "Eskozia la Brava" y con la "gentucilla" llegada de Vitoria.

En Eibar tampoco tardamos demasiado en aparcar. De hecho dejamos el coche cerca de la Plaza del Ayuntamiento: en la calle Kalea, subido el coche en una especie de placas de chapa de unos andamios... no sé todavía cómo aún nunca me lo retira la grúa. A esta plaza vamos llegando escalonados todos: las típicas presentaciones con la peña de Eibar y ¡Noooooo...! veo que están entre la gente los vitorianos Carlos, Oier y la "bella" Elena -¡Hoy no puede pasar nada bueno!.- A Magno se le verá por la noche ya que acaba de empezar a currar el dia anterior el pobre.

Nos hacemos unas fotos frente a la Casa Consistorial y Miguel nos explica que Eibar fue la primera ciudad española que reconoció la II República Española, tal y como reza una placa allí expuesta. Abrumados por el peso de la Historia no nos queda más remedio que entrar en un bar a tomar zuritos, txacolís, txorizos y txistorras como aperitivo al posterior almuerzo. Joder...! no llevo ni 5 minutos con los "Eskozia la Brava" y ya he cambiado la bufanda e incluso llevo el gorrito escocés de turno.

 

Este se produciría en el Hotel Arrate y allí subimos al comedor viendo que ésto tiene mas pinta de boda que de "hermanamiento de peñas". Nos sentamos nosotros, más Urce y los gazteitarras. Allí vemos unas cuantas cosas, la primera que Chele lleva los "gallumbos" del Cadiz ya que decidió enseñárnoslos antes de comer, que Carlos no puede vivir sin pan, Coño...! ¿Urce todavia no está
en canicas?

La comida se basa en un menú de paella, entrecot pasado de plancha y lechuga, con postres de tarta helada y patatas fritas congeladas, café y ¡ummmhhhh.... licoreeesss!!! (en la comida lo único que repetimos son los licores). Con los postres llegan los de la Txapela Amarilla, con Vanesa a la cabeza y otros 3 amigos. Unos cánticos, intercambio de presentes entre las peñas y vámonos que nos vamos.

Nos dirigimos hacia el estadio, el legendario Ipurúa, parando en un par de bares por el camino y cómo no tomando unas pócimas. El camino es cuesta arriba, pero afortunadamente hay unas escaleras mecánicas en medio de la calle. Estos vascos cómo se lo montan!! Con la llegada al campo recogemos las entradas que el club amablemente nos ha proporcionado y que compartimos con los cadistas que estaban por allí. Una vez dentro nos damos cuenta que falta alguien y quién sino podía ser que Juan. Está en el fondo norte con su pancarta puesta y con los de seguridad vigilándole estrechamente. Con los gritos conseguimos que venga con nosotros y que el segurata le vigile la pancarta.

 

 

El partido fue como siempre, ¡un tostón!, lo más destacado el impecable minuto de silencio, las aficiones, el buen rollo, lo bien que se ve en este campo tan pequeño, los 10 primeros minutos con
ocasiones falladas por los gaditanos y poco poco más, porque perdimos por el enésimo fallo defensivo. En la segunda parte tuvimos también alguna ocasión para empatar pero Cuéllar se encargó de
que eso no pasara, no como en el 0-6 de Atlético-Barça del año pasado. Con la conclusión del partido sólo Natalio, Contreras y Bangoura, unos recién llegados, vinieron a agradecer a la afición el apoyo al equipo durante los 90 minutos. Todos los demás entraron al vestuario con unas fuertes diarreas me imagino, porque sino no entiendo el comportamiento.

A la salida del campo nos despedimos de los cadistas que se iban a sus ciudades y ante los ruegos del delegado del Cádiz nos quedamos un rato para que la plantilla pudiera hacerse fotos con Kiko. Tal es la atracción que ejerce nuestra mascota que alguna foto se sacó con un jugador del Eibar, Nacho Insa, el cual incluso intentó hacerse pasar por el árbitro. Para rematar la faena, Joseba Llorente, vino expresamente desde Valladolid a retratarse con nosotros. Después de la sesión fotográfica, quedamos en Ermua para entregar a "Los Pixa" un pequeño cuadrito de agradecimiento por el buen trato que nos brindan siempre que nos vemos.

A Vitoria llegamos tarde como siempre, nos acomodamos en el hostal de siempre "Nuvilla" y como siempre, decidimos salir a quemar la noche. Por esas hora Oier y la "Bella" Elena ya están dormidos y quedamos con la estrella invitada: el "GRAN" Ion, Magno, Svenson, o como le queramos llamar, con sus patillas de flecha y su chupa de cuero dispuesto a no dejar un garito abierto. Con las presentaciones de turno y los típicos pintxos por la Eduardo Dato, decidimos que Magno nos indique el camino hacia los garitos rockeros y metaleros de la "Kutxi" y sus alrededores.

 

 

Entramos en Rivendel a tomarla, rápido nos hacemos con un hueco y cómo no, Magno pide una ronda de copas y chupitos (no para de hacerlo toda la noche el muy...). Con las pócimas empezamos a hablar con los seres autóctonos del lugar y descubrimos a la "mujer aspersor", ya que no paraba de escupir y no se la entendía nada de lo que hablaba. Vamos cerrando varios bares antes de llegar a la sala Azkena, intimamos con gente del sexo opuesto e incluso nos retratamos con un "pobre" borracho tirado en la calle de camino a la disco.

Una vez en la Azkena, nos quedamos arriba y perdemos a Magno... siempre consiguiendo lo que parece imposible. Alli vimos a una especie de vikingo hormonado y bastante chulo-maleducado, que le negó a José un cigarro con bastante despotismo. Se ve que no le gustó nuestra forma de bailar ese gran clásico de Skalariak, Oligarquía, o nuestra forma de emular a Jamiroquai o nuestra forma de mirar a su rubia, quién sabe. Sobre las 06:30 decidimos dar la noche por cerrada e irnos a dormir, pero antes vimos el momento impagable de la noche al ver como un "tío" de casi 2 metros caía rodando por las escaleras de la entrada (5 escalones... que nos dío tiempo a contarlos); el chico en cuestión era Magno y aunque nos amenazó con matarnos si lo contábamos no podíamos dejar contar una cosa así.

Nos despedimos a la llegada de la calle del hostal e incrédulos nos quedamos cuando vimos como José, Chele y Maite se daban una vuelta por todo Vitoria antes de llegar al Hostal.

 

 

Domingo 9 (Erecciones Generales)

Con la vista puesta en llegar a votar y con Magno en su mesita electoral diciendo a la gente "Vote", decidimos despertar a Chele que una vez más las "Zetas" le están atrapando. Unos almohadazos de José, un me tiro encima tuyo y el chaval empieza a reaccionar. La señora nunca se queja aunque salgamos una hora tarde, luego nos cuenta su vida, la entretenemos un rato y nos vamos.

Por el camino paramos en el Rincón de Luis Mari para conocer al citado, más que para otra cosa, pero al final tomamos unas cervezas y dos deliciosos calditos y no le encontramos. De allí nos vamos al bar del Deportivo para tomar la ya famosa tortilla manchada y esperar a Miguel que viene de una feria de Bilbao. De allí fuimos al Sagartoki a seguir tomándola hasta la hora de irnos. Nos sorprenden las piruletas de jamón y queso y la reducción de huevo frito con patatas. Con la hora ya pegada al culo, salimos hacia la capital del Reino.

 

A Madrid llegamos casi a la hora del cierre de los colegios electorales y Maite me impide que pueda pueda disfrutar de la Fiesta de la Democracia y no me lleva a mi colegio electoral que pillaba camino de Madrid. Así que me conformo con unos filetitos en el bar cercano a casa de Chele y empezar a seguir la noche electoral y el resto de la jornada de fútbol con unas cervecitas más y sus correspondientes filetitos.

En resumen, una vez más he visto perder al Cadiz, pero nos lo hemos pasado como siempre con toda esta gentuza. Preparar las fiestas de la Virgen Blanca porque vamos a arrasar.

Salud, Cadismo y Rock and Roll

 

 

Bixo 13/3/08