Queremos finalizar agradeciendo una vez más a los asistentes su presencia allí, y es que los cadistas exiliados no tenemos como el resto, la oportunidad de compartir nuestra afición cada 15 días en el Carranza o con otras peñas amigas. Y por supuesto y en especial a los premiados (tanto de este año como de los anteriores) por su presencia, cariño y paciencia con nosotros.

A continuación incluimos la crónica de aquel día, desde la óptica de nuestra socia Maite:

Este año para la celebración del aniversario de la Peña 1910, así como su correspondiente entrega de la III Edición de los Premios "Personaje Histórico del Cadismo", tras meditarlo largamente entre chuleta y panceta acordamos que, dado que no habría posibilidad de que el Cádiz viajara a Madrid (no hay ningún equipo de la Comunidad militando actualmente en la 2ª división), podíamos realizarlo en la Tacita de Plata, aprovechando la visita del Albacete al Carranza.


Así lo planeamos y así decidimos hacerlo, de tal forma que en esta ocasión nos enfrentábamos a un doble reto: por un lado conseguir desplazarnos el mayor número de peñistas posibles para allá en un fin de semana y por el otro organizar la fiesta desde Madrid intentando no olvidar ningún detalle para que todo saliera redondo. Y así fue, gracias por supuesto a la inestimable colaboración de Alfonso y de todos los amigos de la Peña Original Paco Alba, que no sólo nos cedieron su local, sino que además nos ayudaron en todo lo posible, permitiendo que la celebración resultara un éxito.


De esta forma el día acordado, el sábado 12 de abril a partir de las 20 de la tarde, nos dimos cita un numeroso grupo de aficionados cadistas, así como representantes del club y personajes míticos que forjaron la leyenda de nuestro equipo. Me gustaría destacar entre ellos en concreto a Marco Milosevic, el hijo del primer entrenador que por dos veces ascendió al Cádiz a 1ª división, que coincidiendo con que estaba por tierras gaditanas (actualmente vive entre Yugoslavia y Cádiz) nos demostró su gran simpatía; ojalá tenga suerte y se juegue muy pronto el partido de homenaje a su padre. Además nuestra Peña pudo reunirse con sus miembros de la sección de El Puerto al completo y con los de la de Sevilla (y eso que estaban en plena Feria de Abril), haciendo que el hecho en sí constituyese todo un acontecimiento, pues esta circunstancia llevaba mucho tiempo sin producirse.

Para la ocasión se prepararon unas mesas dispuestas a lo largo de la sala, que se llenaron de toda clase de platos con las tapas más variadas: tortilla, empanada, jamón, saladitos, langostinos..., dispuestas para ser degustadas junto con las jarras de cerveza que continuamente iban y venían de la barra. En el escenario nuestra pancarta daba la bienvenida a todos los asistentes y sobre una mesita se colocaron los premios, custodiados en todo momento por Kiko, que por esta vez y aunque fueran horas de irse a la cama, sí permitió que le acompañara Kikillo.


Hacia las 20:30 comenzó el acto, Manolo, un año más, agarró el micrófono y ejerció de maestro de ceremonias con todo el arte. Merche y yo, cada una en sus puestos, disparábamos flashes por doquier, el público estaba expectante. La primera mención de la tarde fue para la Peña Cadista 4 gatos, nuestros amigos de la Laguna, a quienes se les entregó un diploma en agradecimiento por el buen trato que siempre nos dispensan y por la afinidad que nos une ¡¡Cantaremos todos unidos!!. Nacho Abreu, en representación de los gatos (que esta vez sí que eran 4), nos entregó a su vez una plaquita de felicitación por nuestro aniversario, todo un detalle que agradecemos.


La siguiente mención fue, como no podía ser de otra manera, para la Peña Original Paco Alba, cuyo tesorero Alfonso Gámez, subió a recoger el diploma. Con ello queríamos agradecerles no sólo su inestimable ayuda en la realización del evento y su eterna colaboración, sino también la cálida acogida que nos dieron en su tradicional Panizada Popular, acercándonos el Carnaval como nunca lo habíamos visto antes ¡¡Tiene esta tierra un barquito!!.



Para cerrar esta primera parte se hizo entrega de un último diploma a Miguel Cuesta, quien desde el Cádiz, C.F. ha dedicado siempre especial atención y cariño a las peñas, haciendo más accesible y cercano el club para los aficionados y facilitándonos las gestiones siempre y cuando estuviera en su mano. No veas la ilusión que nos hizo cuando Miguel prometió delante de todos los que allí estábamos que al día siguiente se nos haría entrega de una camiseta firmada por los jugadores para la Peña, cosa que cumplió efectivamente antes del partido del domingo ¡¡qué bastinazo!!.


Con los motores calientes, el momento culminante de la ya noche se iba acercando, había incluso quien andaba nervioso por ahí abajo, cuando Manolo con gran desparpajo pidió al gran Carmelo que en calidad de premiado en anteriores ediciones subiera a entregar el primero de los dos premios "Personaje Histórico del Cadismo". Éste recayó sobre el ex jugador amarillo Juan José, quien es de sobra conocido por toda España por su labor en el submarino, y posteriormente por el tiempo que vistió la camiseta del Real Madrid, llegó a ser internacional con la Selección. Para recoger el galardón, Sandokan (como luego nos dejó que le llamáramos a sugerencia de Chele) subió como una bala al escenario, incluso nos dedicó una simpática parrafada, claro que cuando arrancó las risas del repetable fue al expresar su gratitud por el premio pero "¡cómo carajo se iba a llevar eso en la moto!" (y es que sólo hay que ver la foto). "Tendré que doblarlo", dijo.



Para la entrega del siguiente premio y sin perder el compás, hizo su aparición Pepe Mejías, también bajo su condición de antiguo homenajeado. La emoción estaba servida. Y el premiado era nada más y nada menos que Don Francisco Márquez Veiga, el que fuera presidente del club durante toda la década de los 60. Al principio no parecía que fuera a decirnos mucho, pero a petición de Manolo, quien ha tenido largas conversaciones telefónicas con él, comenzó lentamente a contarnos sus experiencias en la entidad, pasando a relatarnos anécdotas de lo más variopintas y curiosas, de cuando el futbol era comparable a un combate de boxeo. Así nos lo contaba, tanto a niños como mayores, dándonos una lección de historia, con la misma naturalidad con la que se le cuenta a un amiguete, en este caso Pepe. Lo cierto es que cerró la gala con una gran ovación.


Tras tantas emociones y como ya apretaba el hambre, dimos cuenta de los exquisitos manjares de la tierra y el mar y siguieron lloviendo las historias de aquel glorioso equipo compuesto por tantos y tan buenos jugadores nacidos en Cádiz, aquellos a los que se podía ver entrenar tan a menudo en la playa, sólo que ahora se comentaba en pequeños corrillos. Todo un lujo y un placer poder conversar con tanta historia viva del cadismo para todos los que decidieron acercarse a la celebración.


Una vez que se marchó la gente, y ya para relajarnos antes de echar el cierre, nos tomamos una copita con nuestros anfitriones carnavaleros, a los que nuevamente damos las gracias, pues sin ellos nada de esto hubiera sido posible.