Entrenador del club en dos etapas, en ninguna de las cuales tuvo suerte. En la 95-96 se le llamó para apagar el fuego que había causado Paco Chaparro, y no sólo hizo remontar el vuelo al equipo, sino que además estuvo a punto de meterlo en liguilla. Sin embargo, no fue renovado.

Tras su paso por otros equipos como el Manchego y el Mallorca B, al que ascendió a la categoría de plata, fue la gran apuesta económica del grupo ADA para la temporada 1999-2000, para la que se gastaron unos buenos millones en fichajes. Pero muchos de estos, no dieron el resultado esperado, y fue cesado. Pese a los relevos en el banquillo, el equipo no sólo mejoró sino que llegó a coquetear con el descenso, y terminó la temporada en mitad de tabla, lo que motivó la retirada del apoyo de ADA y el comienzo de la crisis que casi se lleva por delante cien años de historia.

En la temporada 2008-2009 pasó a ocupar el puesto de segundo entrenador, como ayudante de Javi Gracia.