Antes de recalar en el Sporting de Gijón, se había formado en su tierra natal, en los conjuntos de Pamochamoro y el Arenas, para luego firmar, ya como profesional, en el Real Victoria de Las Palmas.

Tras cuatro temporadas en el club asturiano, formando parte de la plantilla que devolvió a los blanquirrojos a Primera División en el 51, salió de El Molinón, con problemas de indisciplina a sus espaldas.

Tras una temporada con el Granada CF, se queda sin equipo, hasta que en enero de 1954 firma por el Cádiz, por lo que resta de temporada. Debuta la misma semana en la que ficha, frente al San Álvaro en Mirandilla, consiguiendo incluso un gol dicho día.

Cuando termina el año y no es renovado regresa a Asturias, para enrolarse en las filas del Caudal Deportivo, en Segunda.