Centrocampista de corte ofensivo, llega a Cádiz en el ramillete de jugadores que presenta Gaucci de golpe y porrazo tras su aterrizaje en el club.

Llegó a las categorías inferiores del Atlético de Madrid con sólo 12 años (año 2000) y fue subiendo escalones, hasta alcanzar el filial, pero nunca llegaría a debutar con el primer equipo colchonero. De ahí pasa al Alavés, del que procede cuando ficha por el Cádiz.

La situación de Indiano no tuvo término medio. En la primera mitad de competición fue titular casi indiscutible, también por falta de competencia en su puesto. Montegaduo le da la batuta del equipo, y en los primeros partidos parece que el madrileño ha sido de lo mejorcito que ha llegado en verano.

Sin embargo, con el paso de las jornadas, y el tremendo bache del equipo a partir de la décima fecha, su estrella se va apagando. El Cádiz no articula juego alguno, en parte por el escaso rendimiento en pases de Indiano.

Así llega Agné por un lado, mientras que el club contrata a Granell y Luque, que le pasan por encima como un avión. El resultado es que Indiano disputa nueve minutos en el primer duelo de la segunda vuelta, para no volver a pisar más el césped en partido oficial. De hecho, tuvo que ver muchos encuentros desde la grada, sin mediar lesión alguna.

Con la renovación del técnico, su puesto en el club está sentenciado, y así, finalmente, el día que comienza la pretemporada, se le niega el acceso a El Rosal, y por la noche, se anuncia la rescisión de su contrato.

Foto: portalcadista.com