Uno de esos fichajes que cuesta mucho comprender, y que seguramente, su único "valor" a la hora de ser contratado por Gaucci sería el hecho de que ocupaba una de las plazas sub23 a que obliga la Federación.

Con tan solo 20 años, llega procedente del Zamora, en el que ha sido titular el año anterior. Sin embargo en Carranza se pasaría literalmente todo el año en blanco. No debutó en liga, y sólo pudo disputar un partido de Copa. No sólo eso: se cuentan con los dedos de las manos las veces que estuvo convocado. 

Se intentó su cesión en el mercado invernal, pero no fue posible encontrarle destino, por lo que continuó el resto del año viendo los partidos desde la grada de Carranza. Se habló de su vuelta a Zamora, pero como el club castellano-leonés había cursado su ficha en agosto, no podía volver a su club de origen.

En definitiva, un jugador totalmente inédito, del que no podemos llegar a valorar sus cualidades, pues no se le vio si no era en un entrenamiento.

Ni que decir tiene que en el verano siguiente a su llegada, el club decide rescindirle el contrato de forma unilateral.

Foto: portalcadista.com