Criado en la cantera del Granada 74, de ahí pasa a la del Elche, con cuyo primer equipo llega a debutar en Segunda, aunque de forma puramente testimonial.

A partir de ahí, va pasando por diversos equipos de Segunda B: Alcoyano, Villajoyosa, Betis B y Jaén, con quien asciende a la división de plata. De vuelta a Segunda, Machado es uno de los jugadores inamovibles en las alineaciones del cuadro blanquillo, que por desgracia, no puede mantener la categoría.

Fue otro de los jugadores que llegó de Jaén en el verano de 2014, éste con la vitola de jugador atacante exquisito, encargado de dar el último pase, pero que en Carranza tampoco encuentra su mejor versión. De empezar titular (favorecido por el problema burocrático de Navarrete), poco a poco va desapareciendo de las alineaciones, para convertirse en recurso en las segundas partes.
Como le pasara a Espinosa, en Melilla resucita y a “codazos”, va encontrando su sitio en el once inicial.
Su primer gol de amarillo, el que iniciaba la remontada frente al Sevilla Atlético, le catapulta a tener un papel mucho más protagonista del que había tenido hasta entonces, y siendo capaz de desplazar a Navarrete de su puesto.

El cambio de entrenador le pilla en un buen momento de forma, por lo que Claudio cuenta también con él, si bien, su presencia en el campo no es siempre segura. La competencia brutal que sufre por parte de los de arriba (especialmente por la dupla Jona-Airam) hace que no siempre encuentre su sitio, pero con todo, habría de ser pieza fundamental.

Su segunda temporada en Carranza sin embargo, fue un año imposible para el jiennense. Claudio quería seguir contando con él, pero las lesiones le han machacado. Especialmente la maldita pubalgia, muy difícil de superar y en la que es muy fácil recaer. Fuera por eso o por cualquier otro motivo, para colmo, cuando saltaba al campo, no cumplía. Aparecía poco en ataque, y no culminaba las ocasiones de que disponía. Se le veía lento y falto de ritmo.

Por más oportunidades de que disfrutaba, el ex del Jaén no cuajaba en la mediapunta, hasta que terminó siendo desplazado, con toda lógica, por Lolo Pla. Había partidos en los que llegaba a desesperar.

Sin embargo, de forma sorpresiva, Alvaro Cervera lo recuperó para el playoff, dándole muchísimos minutos en proporción a lo que había participado en la liga regular. Aunque en honor a la verdad, no cuajó ninguna actuación brillante ni fue decisivo en ninguno de los seis partidos. Marcó un único tanto en toda la temporada, eso lo dice todo.

Con el Cádiz de vuelta a la división de plata, las puertas se le cierran de pleno, y en el Trofeo ya se hace público que no se cuenta con él. Hubo muchos tira y afloja pero finalmente, el último día de fichajes, club y jugador (que se marcha al Recreativo de Huelva) llegan a un acuerdo para dar por terminada su relación.
 

Foto: portalcadista.com