Jugador muy joven, que completa una de las fichas sub23 a las que obliga la Federación para los equipos de Segunda B.

Lateral derecho puro, ha pasado por las canteras de Español, Fulham, Málaga y Córdoba. Con el filial de éste último ya compite en la categoría de bronce.

Con Juanjo, su competencia por el puesto, lesionado, el catalán tiene vía libre para ser titular, y así fue. En las cuatro primeras jornadas (así como el duelo copero en Canarias), el técnico Claudio lo alinea siempre en el once inicial, pero a partir de ahí, se diluye como un azucarillo. Claudio recurre ahora, como ya hiciera en varias fases de la campaña anterior, al veterano Mantecón para cubrir ese flanco, pasando Cristian al total ostracismo. Sólo la persistencia de la lesión de Juanjo y la expulsión del citado Mantecón le permiten volver al césped, para su mala fortuna, en la derrota liguera en casa ante el Murcia.

Y ahí acaba la historia del jugador en el Cádiz, de lo más efímera. El 30 de octubre, en rueda de prensa, el entrenador, al que le preguntan por el defensa, lo termina de enterrar: "corre como el que más, pero no está para jugar". Y no lo haría, no. Unicamente volvería a vestirse de corto en el trámite copero de la vuelta en Vigo, casi más un castigo. Pocos días después, salía de Carranza con destino Tarragona.

Foto: portalcadista.com