Fue sin duda un futbolista que dio muchísimo que hablar en su estancia en el Cádiz.
Lateral zurdo criado en la cantera del FC Barcelona, donde sin embargo no pudo progresar hasta el filial, aunque sí fue llamado dos veces para la selección sub16 y otras dos para la sub17.
Después de salir del club blaugrana comenzó un breve periplo por el extranjero (primero por el filial del Sporting de Braga, y luego por el CSKA de Sofia), para volver a España y continuar su formación en diversos equipos filiales en la categoría de bronce.
Empezaría por el Valladolid B (llegando a disputar algún partido anécdotico con el primer equipo) para luego recalar en el Granada B. De ahí llega finalmente al Cádiz, siendo éste su estreno en un equipo profesional.
Fue de los últimos en llegar, cedido por el Granada. Pero no por ello, dejaría de tener el papel importante que habría de disfrutar durante toda la liga. De hecho en la segunda jornada de liga ya es titular, y salvo algunos partidos en los que Cervera le dio descanso, fue ya indiscutible el resto de la temporada. Había motivos más que de sobra.
De pareja con una bala como Álvaro García en esa banda, sus subidas en ataque fueron uno de los argumentos más utilizados por el Cádiz toda la temporada. Pocas veces el catalán dejó de cumplir en defensa por sus incorporaciones al ataque. La velocidad que imprimían García y él fueron un dolor de cabeza para cuantos rivales se midieron a ellos, y la mayor fuente de asistencias del equipo de Cervera. Podemos recordar por ejemplo su galopada espectacular en Tenerife (en liga) ya en el descuento para asistir a Santamaría para salvar un punto.
Pero como esas, hubo cientos de carreras que se dio por la banda descomponiendo a la defensa rival.
Se lesiona en el primer tercio del campeonato, y parece, por momentos, que Luis Ruiz le arrebata el puesto, después de cuatro jornadas viendo como el onubense es titular en la banda izquierda. Pero a Oliván le acompaña un poco la suerte y su compañero se lesiona cuando mejor estar. Con toda la ventaja, el catalán aprovecha y se hace definitivamente con el puesto de titular. No fue porque sí, partidazos como el de la goleada al Zaragoza en Carranza, o el de Córdoba (ojo al balón que le pone a Ortuño para que haga el segundo) le hacen merecer con creces esa confianza que ya Cervera no le retiraría en todo el resto de competición.
Bueno, hay que corregir esa última frase. Y es que después de la derrota en casa ante el Tenerife en liga, Cervera, que lo acusó sin nombrarlo de ser responsable del gol chicharrero, lo manda directamente a la grada. No es un castigo, sino una forma de poner en alerta al futbolista, de evitar que pensara que era titular siempre hiciera lo que hiciera, como el mismo técnico explicó (otra cosa no, pero Cervera siempre dejaba claro que detrás de todo lo que hacía había un motivo).
Levantado el castigo (que dura tres semanas), Oliván vuelve al equipo, pero ahora ya sabe que tiene que currarse los partidos. De hecho, el técnico todavía le daría algún partido más de descanso, ya con la mente puesta en que llegara a los playoff en el mejor estado de forma posible. Fue titular en ambos partidos frente al Tenerife (en el segundo fue sustituido en la prórroga, literalmente exhausto), volviendo por enésima vez a mostrar sus valores defensivos y su peligrosidad en incorporaciones al ataque.
Su rendimiento está por encima de toda duda, por eso nadie se extraña, y toda la afición celebra, que el Cádiz hiciera efectiva la compra de la totalidad de su ficha al Granada (cuando aún no se han apagado los ecos del playoff), convirtiéndose así en el primer fichaje para la campaña que aún estaba por venir.
Tras una temporada muy exitosa, parecía que contaba con todo el beneplácito de su entrenador para ser otro año más titular indiscutible. Sin embargo, su suplencia en la primera jornada parecía anticipar lo que habría de pasar en esta campaña.
Y eso que empezó muy bien, siendo pieza importante en el buen comienzo liguero del equipo.
Todo parecía irle más o menos bien, aunque se le veía con menos chispa que el año anterior, terminando peor los partidos. Con todo, parecía haberle ganado la partida a su rival por el puesto, Bijker. Pero llegó el partido de Huesca (jornada 11 se asomaría al descenso), que fue su tumba. No estuvo especialmente peor que el resto de sus compañeros, pero el caso es que a partir de aquel encuentro desapareció por completo de las alineaciones, salvo circunstancias obligadas. Ya decimos que no terminaba de romper como el año pasado, así que tampoco fue una sorpresa mayúscula que Cervera cambiara el timón y le otorgara a partir de entonces el lateral zurdo a Bijker.
A partir de ahí, habiendo quemado sus oportunidades, le tocó pasar al ostracismo, y para más inri, ver cómo su equipo enganchaba sin él una racha de victorias sensacional que les ponía de nuevo en el disparadero.
Cervera le daba oportunidad de nuevo en el último partido de 2017 en Tenerife, del que borró a Bijker sin que mediara lesión. Pero el catalán volvió a decepcionar, no sólo frente a los isleños, sino también frente al Sevilla en Copa donde se come totalmente la subida de Navas en el segundo gol, en una acción incomprensible, así que Cervera dio marcha atrás y volvió a recuperar al holandés.
Y si eso era poco, las lesiones se cruzaron con él en el momento más inoportuno. Una sanción de Bijker le abrió las puertas de la titularidad de nuevo, esta vez frente al Lugo, y en uno de sus mejores partidos, tuvo que retirarse lesionado con un rotura muscular. Otra vez a la grada.
No sólo eso, en algunas jornadas, incluso llegó a poner a Villanueva o Carpio por delante de los dos laterales, para mayor escarnio de Oliván, que si bien estaba claro que no atravesaba este año su mejor momento, es verdad que tampoco merecía ese castigo. En los tres primeros meses de 2018, sólo jugó un encuentro liguero, en Reus.
Tratándose del técnico guineano y de su línea más importante, la zaga, esos bandazos indicaban claramente que algo pasaba, como el propio Cervera terminó reconociendo.
A pesar de estas dudas, Cervera volvió a confiar en él en la jornada 35, y a pesar de que el equipo volvió a perder en Reus, Oliván se quedaría ya como el lateral zurdo fijo hasta final de temporada, jugando todos los partidos menos uno (por lesión). Aunque no del todo, algo al menos pudo resarcirse el lateral catalán después de un año en el que jugó mucho menos seguro de lo que él esperaba.
En su tercera temporada, que habría de ser la última en Carranza, expolotaría del todo el caso "Brian Oliván". Caso muy feo el del catalán, que muchos aficionados no terminarían de entender. Con calidad futbolística más que de sobra, el técnico le pone la cruz y no cuenta con él. Todo relativamente normal si el futbolista hubiese sido traspasado, pero pasaron los días y al final, ni en verano, ni enero, el club le encontró una salida.
Cervera ya le advertía que no contaba con él y que tendría que quitarle la razón, pero parece que nunca tuvo opción. Desde el principio, el entrenador apostó por Matos, que como poco, aportaba lo mismo que él, sino menos.
Pero el catalán, que sí juega en Copa, cumple en Tenerife y destaca sobremanera en Zaragoza, donde un Cádiz que parecía muerto tras perder en Extremadura, resucita. Y parece que Cervera ve por fin la luz. Lo alinea nada menos que en los quince siguientes partidos de liga, coincidiendo con la espectacular racha de siete victorias seguidas de final de año. Indiscutible, insustituible. De estar apestado, a ser un jugador fundamental.
Sus actuaciones eran casi siempre brillantes, o como poco, cumplía con lo que se esperaba de él, especialmente su contribución ofensiva, su gran baza.
Acumulaba 14 jornadas consecutivas siendo titular, y en apenas una semana, todo se da la vuelta. En primer lugar se confirma el fichaje del Pacha Espino, tercer lateral izquierdo de la plantilla.
A la jornada siguiente, en Oviedo, el catalán vuelve a ser titular, y jugar el partido completo.
Y luego ya, nunca más se supo. Mediaron lesiones, pero por encima de todo, por los motivos que fuera, no era del agrado de Cervera. Lo dijo bien claro varias veces en la temporada, que se le había intentado buscar una salida, y que luego, apostó por Matos porque así lo estimó oportuno. Sin más ni menos.
Aunque todavía tenía contrato, el Cádiz no tuvo más remedio que buscarle una salida. Finalmente el club lo intercambia por Choco Lozano al Girona, y desde luego que los amarillos salieron ganando. Mientras el lateral jugaba muy poco en el club catalán, el Choco fue el segundo máximo goleador del cuadro amarillo.
Tras el ascenso a Primera regresa para hacer la pretemporada (el Girona no ascendía y no se ejecutaba la compra obligatoria que sí tenía el Cádiz con el hondureño), pero sin ningún viso de quedarse. Finalmente, el club le encuentra salida traspasándolo al Mallorca.
ESCOGE UNA COMPETICIÓN
PARTIDO DEBUT: LIGA: Cádiz CF - Mallorca (28/08/2016)
ÚLTIMO PARTIDO: LIGA: Oviedo - Cádiz CF (03/02/2019)
[29/04/2018] Brian Oliván alcanza los 50 partidos con el Cádiz
CREACIÓN FICHA: 24/08/2016
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 05/08/2024
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