Beneficiado por la limpia que hubo que hacer el año 2000 por la grave crisis que atravesaba el club, supo aprovechar la oportunidad para destaparse como un verdadero perro de presa.

Clásico lateral bajito, pese a ser limitado técnicamente, se dejaba hasta el último aliento sobre el campo, y la afición se lo supo reconocer en multitud de ocasiones. El apodo de "Pitbull" le iba como anillo al dedo: Velázquez es el típico defensa "cansino" que muerde a sus rivales, les atosiga hasta que estos terminan aburriéndose.

Sabía suplir su técnica con esfuerzo físico: a saber la cantidad de kilómetros que las bandas de Carranza han soportado sobre ellas de este bravo lateral, y que le sirvieron para que todo Carranza coreara su nombre.

Es familia de los hermanos Mejías.