Fichado muy joven para la cantera sevillista, fue ya internacional juvenil con España.

Tras un breve paso por el Cádiz, recaló en el Sevilla, en el que fue fundamental para el ascenso de la temporada 68-69. Sus actuaciones entonces le valieron para ser internacional sub23.

Sobrevivió a un gravísimo accidente de tráfico que casi le cuesta la vida, y que le obligó a pasar mucho tiempo en el dique seco, tras romperse los ligamentos cruzados.

Finalizada su carrera deportiva en el Sevilla, volvió a la provincia para jugar en el San Fernando y el equipo de su ciudad natal, Puerto Real.