Nacido en Galicia (y no en Algeciras, como se ha publicado en otras páginas webs), llega al Cádiz con 27 años con la bendición de Villalonga, que ya lo ha tenido bajo sus órdenes, razón suficiente para que el jugador no se lo piense a la hora de firmar por el equipo amarillo.

Tras cumplir la temporada 1951-1952 con el Atl Tetuan, el Deportivo La Coruña intentó hacerse con sus servicios. Por otra parte, el cuadro norteafricano tenía la intención de ejercer su derecho de retención, por nada menos que cinco años más. Antonio Seisdedos se niega a continuar en Tetuán, y regresó a La Coruña con la intención de no jugar más al fútbol. Finalmente, el Tetuán lo cedió al Algeciras, de Tercera.

Con un amplio rosario de equipos a sus espaldas, y habiendo jugado en Primera con At. Tetuán y Sevilla, el papel de Varela sería excelente en Carranza, aunque sólo duró un año: con la marcha de su valedor, Diego Villalonga (que lo convenció para firmar con el conjunto en lugar de con el Málaga, al que le había sugerido el presidente del cuadro africano, Parrés) el jugador decide retornar al Algeciras, con el que ya había jugado con anterioridad.

Tras jugar en varios equipos de España, y habiendo considerado ya la retirada, decide emigrar a Francia, donde actuaría como entrenador y jugador del equipo Pau, al que llevó a la primera división gala.

Al año siguiente, el club se declara en bancarrota y Varela decide abandonar y regresar a España.

Pasa en nuestro país una temporada, tras la cual vuelve a salir al extranjero, al Northhampton inglés. Estando allí, sufre un accidente de autobús, que le obliga a colgar las botas.