Francisco Mera, con algo más de veinte años, le tocó vivir la presidencia del Cádiz CF en una de las temporadas más nefastas en los más de cien años de historia del cadismo, afrontando todos los contratiempos con gran serenidad, aplomo y entusiasmo.

Era la temporada 1943/44, el equipo había descendido a Tercera tras una desastrosa campaña. La crisis económica de la entidad hacia pensar en su irrevocable desaparición, pero gracias a Luis Andrés Somavilla y al coronel Celestino Ruiz, que asume la presidencia de la entidad, el equipo continua con vida, aunque para ello se ve forzado a fusionarse con otro equipo de la ciudad, el CD Hércules Gaditano. Como resultado de dicha fusión el equipo pasa a denominarse Hércules de Cádiz CF y como tal participa en el Grupo VIII de Tercera División. Pero serán muchos los contratiempos para una plantilla bastante joven e inexperta y antes de la última jornada de liga regular la junta directiva presenta su dimisión a la Federación Regional Sur, la cual acepta las dimisiones y el 1 de febrero de 1944 nombra Presidente de la entidad al entonces secretario técnico de la misma, Francisco Mera Garrido. El nuevo presidente se toma con entusiasmo su situación y en sus primeras declaraciones a la prensa afirma, “Supone para mí la suma de trabajos y de sacrificios. Pero no son estos tiempos de deserción”.
Finalizado el campeonato regular los amarillos deben disputar una eliminatoria de promoción frente a la UD Melilla. La eliminatoria es a vida o muerte para el fútbol gaditano.

En el partido de ida el Melilla vence por 3 tantos a 1. El partido de vuelta resulta trascendental, el Hércules de Cádiz se juega su porvenir a una sola carta, jugándose la pérdida de la categoría nacional.

La UD Melilla se muestra muy superior, quizás apoyada en el buen resultado obtenido en el partido de ida. Pese a adelantarse en el marcador los gaditanos, los norteafricanos hacen dos tantos remontando el encuentro. El colegiado tiene una actuación muy desacertada y en una decisión errónea suya el cadista Constancio, con gran indignación y arrebato, se va hacia el trencilla y de fuerte golpe en la cara le arranca varias piezas dentales. El Hércules de Cádiz CF es equipo de regional.

Los graves incidentes son severamente castigados por el Comité de Competición, que impone al equipo gaditano una multa de cinco mil pesetas y suspensión por cuatro años al jugador Constancio sin poder jugar en equipos federados, además de abonar la factura del dentista para arreglarle la boca al colegiado. Al presidente Francisco Mera se le suspende de forma indefinida, dejando de ser presidente cadista el 30 de junio de 1944.

Pero la relación de Paco Mera con el Cádiz CF no acabaría aquí. A principio de los años 60 entra a formar parte de cuadro médico de la entidad, de la mano del presidente Francisco Márquez Veiga, realizando la doble función de practicante y masajista. Esta labor la llevará a cabo hasta principio de los 90.

Mera fue uno de los primeros practicantes de la ciudad, y como buen profesional era requerido por muchas familias gaditanas para poner inyecciones de casa en casa, en un tiempo en el que la penicilina se sacaba de contrabando de Gibraltar. Durante su dilatada trayectoria profesional llegó a ser delegado de los laboratorios Roche, practicante en la Casa del Mar, anestesista en el Hospital de Mujeres, en una época en la que se utilizaba el éter para anestesiar, y en El Olivillo colaboró con el dermatólogo Rodríguez Morales. Gracias a su gran labor social era una persona muy querida en la ciudad.

Recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad en el año 1986. Fue también un buen cofrade, siendo uno de los fundadores de la cofradía de penitencia de la Sanidad, cofradía que agrupaba en su seno a los profesionales de las ramas sanitarias, de ahí su denominación.

El Cádiz CF, agradeciéndole su gran labor, le rindió homenaje haciéndole entrega de la insignia de oro y brillantes de la entidad.

Falleció el 10 de marzo de 2014, a los 92 años

Fuente: Comisión Histórica del Centenario