No está siendo fácil el camino de Acuña. El pasado verano, apenas unas horas después de confirmarse su cesión del Real Madrid al Girona, se lesionaba gravemente, de nuevo, de su rodilla.
Tras una larga recuperación de meses, el paraguayo volvió para ayudar a su equipo, jugando 17 partidos y marcando cuatro goles, a mantener, otro año más, la categoría de plata.
Ahora que el filial madridista ha ascendido, el que fuera gran promesa cadista, se reincorpora al mismo, esperando que esta sea, por fin, la campaña de su despegue definitivo