No termina de levantar cabeza el bueno de Álvaro Jurado. Tras medio año sin ficha en el Cádiz, y luego otra temporada y media en Polonia, en el que no pudo jugar mucho por continuos problemas físicos, coronados con la temible lesión de ligamento cruzado.
De vuelta a España, tras participar en las sesiones de la AFE, pudo encontrar acomodo en el CD Alcalá, donde coincidiría de nuevo con Jose Serrano, compañero suyo de vestuario en Carranza. Pero en la localidad sevillana tampoco ha podido despegar. Continúa arrastrando problemas en sus maltrechas rodillas que apenas le han dejado disputar algo menos de 400 minutos de liga, casi siempre saliendo desde el banquillo.
Su último encuentro lo disputó en febrero, y para colmo, el cordobés tuvo que presenciar desde la grada como su equipo quedaba apeado, a las primeras de cambio, del tren del ascenso a Segunda B