Es uno de esos jugadores que hace cosas distintas, que imagina y ejecuta lo que nadie está pensando. Y como todos esos genios, tiene esa irregularidad característica que deja grandes tardes y grandes gestos, con otros partidos más discretos.
Pero está claro que son mayores los unos que los otros, visto que el club le ha ofrecido la renovación hasta junio de 2017, y que él ha aceptado. Llegado el año pasado, tras pasar por las canteras de Almería, Recreativo y Betis, y por el equipo de su ciudad natal (Sanluqueño), ya pudimos verle perlas de su excelente calidad, aunque casi siempre le tocaba salir de refresco en las segundas partes.
Este año, tras un comienzo también algo más discreto, fue ganando terreno, hasta pasarle por encima a Migue García, que parecía destino a ocupar la banda izquierda en el inicio de los partidos. Ha dejado muestras de su magnífica clase, como el día que se recibió al Melilla, en el que marcó un golazo de falta directa.
Buenísima noticia pues para los intereses cadistas. Esperamos que Kike siga dando grandes momentos de fútbol con nuestra camiseta