29 de agosto de 2017
Ficha en la web:
Sin duda, el jugador que más polémica levantó en una campaña donde apenas hubo fuegos que apagar. El internacional por Azerbayán no le llenó el ojo en el Cádiz a nadie salvo a una persona, Álvaro Cervera, que se empeñaba en seguir dándole bola como cambio habitual en muchos partidos.
Desgarbado y lento, no levantó pasiones y cuesta recordar un partido en el que brillara con luz propia. Recibía muchísimas críticas semana tras semana, por entender el público que jugaba de forma indolente. El técnico, respondía volviéndolo a poner y enarbolando la bandera de su defensa. Hasta nueve veces salió de titular, un honor que muchos vieron inmerecido.
En el tramo inicial del campeonato tuvo muchas oportunidades como titular. Hasta cinco semanas consecutivas lo alinea Cervera de inicio. Reus, Getafe, Rayo...en ningún partido el almeriense termina de cuajar una buena actuación ni de ofrecer nada diferente.
Después de su expulsión en la derrota en casa contra el Oviedo, empezaron ya a lloverle las críticas tanto por parte de la prensa como de la afición, que no entendía la fijación de Pina y Cervera por este futbolista. A la semana siguiente es de nuevo titular en Vallecas. Evidentemente, es uno de los principales señalados en el peor partido que hizo el Cádiz en todo el año.
Para rematar la faena, justo después de dicho encuentro, estalló la polémica del vídeo sexual de los jugadores del Eibar, que le salpicó a él también. Más cosas en contra no se le podían poner. Tuvo la suerte de que todo ese ruido le pilló concentrado con su selección, lejos de España, pero eso, unido a sus malas actuaciones en el campo, lo terminaron de sentenciar.
Su afición le pitó en el momento más dulce de la temporada, el día de la goleada frente al Zaragoza en casa que aupó por primera vez (y ya para el resto del campeonato) al equipo a los puestos de playoff. Ni por esas el almeriense se libró de oír viento de su público. Por lo menos, hay que reconocerle, que los encaró con valentía y habló de ello sin tapujos. Incluso su entrenador salió a defenderlo. Tanto que lo alineó de inicio una semana después en Córdoba, intentando cubrir la baja de Jose Mari (la comparación es simplemente imposible).
Otro fracaso absoluto del almeriense, que tuvo que ser sustituido después en la segunda parte. Sería casualidad (aunque ya había pasado otras veces), pero cuatro minutos después de que abandonara el campo Ortuño hizo el primer tanto que iniciaba la remontada en El Arcángel. Así era imposible revertir el hecho de que la grada la había tomado con él. Semanas después ocurriría lo mismo en Elche (sale él por Garrido y el equipo se viene abajo, rescatado solo por la magia de Güiza).
Su técnico sin embargo sigue erre que erre con el futbolista, en el único ataque de entrenador que se permitió Cervera. Pidió tantas veces el apoyo del público al jugador que seguramente lo que consiguió fue justo lo contrario, porque la afición ya se había cansado de darle oportunidades y no entendía que el técnico se enrocara de esa manera en ponerlo cuando había alternativas en la plantilla. Así que después de Elche, Cervera vuelve a poner a Silvestre de titular. De nuevo, sería casualidad, pero el equipo pierde cortando una racha de cuatro victorias consecutivas. Cierto fue que el Cádiz mereció mejor suerte ante los pucelanos y que no cuajó un desastroso partido, pero seguía chirriando su presencia en un equipo en el que todos sus jugadores van a muerte a cada balón. Y otra vez, claro, la grada la tomó con él.
En los playoff sin embargo no tuvo ninguna participación, lo que da un poco idea de que tampoco era tan importante para Cervera. Según se fueron confirmando fichajes en el seno del club cadista quedó claro que su lugar estaba cada vez más lejos de Cádiz, hasta que finalmente se le comunicó que se buscara equipo, algo que ha terminado haciendo en la última semana de mercado, tras anunciarse su fichaje por el Nástic, también Segunda División.
Foto: La Voz