Es complicado analizar la trayectoria de este jugador en su único año en el Cádiz. O muy simple. Llega sin ser conocido para la gran mayoría del público, puesto que ha desarrollado toda su carrera en su Holanda natal.
Llega para pelearle el puesto a Brian Oliván, misión que parece complicada dado el carácter de indiscutible que había tenido el catalán el curso anterior en el lateral zurdo. Durante un tramo de la temporada parecía que se hacía con el puesto de titular, después de que Oliván empezara de titular, Cervera viró al holandés.
Pero según avanzan las jornadas, es claro que a Cervera no terminaba de convencerle del todo. Tan pronto volvía a llamar a Oliván, como incluso utilizaba a Villanueva para esa demarcación (dejando a los dos teóricos laterales zurdos sin convocar, una de las cosas raras de la temporada).
Finalmente, para el tramo final de liga Cervera dejó los experimentos y volvió a confiar en Oliván para el lateral zurdo, lo que dejó al holandés relegado a un papel totalmente secundario en el tramo decisivo de la liga. Su marcha al fútbol belga (por el que club recaudó 300.000 euros) no supone ninguna sorpresa ni drama para nadie.
Foto: La Voz