Tras estar seis de las siete últimas temporadas jugando fuera de España, Chico Flores, otrora canterano cadista, fichó por el Granada buscando regresar más cerca de la familia y los suyos.
Fichaba por uno de los gallitos de Segunda, recién descendido, y que estaba llamado a regresar a la primera categoría del fútbol español. Y si bien las cosas le han ido bien a nivel individual (ha jugado durante buena parte de la temporada), no se puede decir lo mismo en lo colectivo: el club nazarí se descolgó demasiado pronto de la lucha por el playoff, cuando el objetivo era incluso subir de forma directa.
Ahora, el gaditano vuelve a emprender otra aventura fuera de nuestras fronteras, tras su fichaje por el Rubin Kazan ruso. Le deseamos mucha suerte en esta nueva etapa
Foto: Diario Ideal