26 de enero de 2019
Ficha en la web:
Hay empates que en casa suelen saber a derrota. El de hoy del Cádiz sabe a pura gloria. A sudor, a lágrimas y a victoria. Jugando una hora con uno menos, y los últimos minutos con nueve, los amarillos se repusieron con coraje y casta para sacar un empate que hizo justicia.
El Cádiz, que salió con su planteamiento habitual, supo reponerse a uno de esos golpes que a otros equipos le hubiera enterrado, cuando en apenas dos minutos tuvo que ver como el rival se adelantaba en el marcador, y luego perdía a Jairo, expulsado por una jugada infantil.
En la segunda parte, y con los cambios más que acertados de Cervera (que también fue expulsado, dejándose provocar como él mismo reconocía), que movió todas las posiciones para dar frescura a un Cádiz que hizo que no se notara la diferencia numérica.
Uno de los aciertos fue poner a Aketxe, puesto que muchas jugadas serían a balón parado. En una de ellas, Garrido, con la ayuda de todo el estadio, empujó la pelota para conseguir un empate épico.
Los últimos minutos, de infarto tras la expulsión incontestable de Marcos Mauro, llevaron el éxtasis a Carranza, que sigue sin ver perder a su equipo.