Tan solo una temporada. Ese ha sido el bagaje de Dejan Lekic, que ya ha acordado con el club la rescisión de su contrato, tras una única campaña de amarillo.
Como el resto de sus compañeros de posición, dejó unas cifras goleadoras inaceptables. De los últimos en llegar, le costó muchísimo entrar en juego, dejando actuaciones muy pobres ante equipos como Alcorcón, Extemadura o Tenerife. Pero dado que nadie le hacía la competencia (ni Dani Romera, ni Carrillo ni Barco), el balcánico se terminó asentando en la posición de nueve y fue el delantero preferido de Cervera, el tuerto en el país de los ciegos.
Lento de movimientos, no fue hasta la eliminatoria copera frente al Español en que se pudo por fin consolidar. Marcó un gol nada más empezar el partido, cuajando una gran actuación, y a partir de ahí, se convertiría en ese nueve de referencia. Y solo unos días después, su partidazo ante el Elche en Carranza, posiblemente su mejor día en toda la campaña. Tiene la suerte de estar en el mejor momento del equipo, y ahí se consolidaría.
En esas semanas vive sus mejores momentos de amarillo, para hundirse luego en la segunda vuelta. Cervera seguía contando con su concurso, pero como todos los delanteros amarillos, su pólvora estaba muerta. No marcó un solo tanto en toda la segunda vuelta, a pesar de ser titular en numerosos partidos. Tuvo actuaciones particularmente desastrosas, por mucho que se entregara, como contra el Zaragoza.
Así que al verano siguiente de llegar, aunque se apuró casi hasta el último día, finlamente el balcánico dejaba la disciplina cadista.
Foto: La Voz