15 de junio de 2020
Ficha en la web:
Y volvió el fútbol después del parón. Y se confirmó que este Cádiz empieza con desventaja porque pierde a su público y porque físicamente no se le ve tan entero como a otros equipos. Tal y como siempre, dice nuestro entrenador a las claras.
El Rayo, que venía ya de ganar en el primer partido de la reanudación el pasado miércoles, mostró desde el inicio estar mucho más enchufado que los locales. El Cádiz no encontraba ningún camino para llegar al portero rival, mientras que los rayistas, liderados por Trejo, que ya avisaba, hacía una primera parte que retrataba a un líder muy desdibujado.
En la segunda parte, los madrileños obtenían el premio que merecían a su mayor dominio, y Trejo, en una gran jugada que sacó los colores al medio y la defensa cadistas, adelantó a los visitantes. Malísimas noticias para un equipo dirigido por Cervera, ponerse por detrás y sin el empuje de Carranza.
Con este panorama, el técnico cadista movió sus piezas, y dio con la clave dando entrada a Alejo, que fue el único que pudo encontrar huecos en la defensa rayista. Todas las jugadas de peligro llegaban por su banda. Y fue precisamente el ex del Rayo, el que en una de sus internadas aprovechó uno de los habituales errores de las defensas construidas por Jémez, para servir un gol en bandeja a Alvaro Giménez (que había entrado con él), que tuvo todo el tiempo del mundo para controlar y fusilar al portero.
El Cádiz se crecía y a punto estuvo de remontar un partido que antes del empate se daba por perdido. Es el único clavo ardiendo al que agarrarse después de ver al equipo tras alzarse el telón. Un punto que borra el bajón que habría sido perder y sentir a tercero y cuarto prácticamente encima. Pero como bien ha dicho Cervera, con esto solo, no da.
Foto: cadizcf.com