20 de septiembre de 2020
Ficha en la web:
El Cádiz suma sus tres primeros puntos en Primera en el presente ejercicio, siguiendo el catecismo absoluto según Cervera. Portería a cero, destrucción perfecta, poca posesión, y aprovechando los espacios y errores del rival. Nada nuevo para nosotros.
Con nueve titulares de la temporada pasada, Cervera preparó el clásico partido en el que el máximo mandamiento era no encajar gol. Cambiando a Pombo (que ocupaba el lugar de Perea), Negredo en el lugar del Choco y Jonsson en el de Garrido, volvíamos a ver el mismo Cádiz que el año pasado, contando con Cifuentes, que volvía y hacía historia debutando en Primera a sus 41 años.
Todo se puso pronto de cara con el error del portero rival que dejó la pelota franca a Negredo para que el madrileño se estrenara como goleador cadista e hiciera la primera diana amarilla este año. A partir de ahí, el Cádiz se encontró en terreno fértil, ante un rival que no hacía efectiva su posesión, que transcurría casi siempre en su campo o muy poco más allá de la línea medular. Como nos pasó a nosotros en la jornada anterior, daba la impresión de que por mucho tiempo que pasara, el cuadro alto aragonés no pondría en apuros a Cifuentes.
Cuando ya en la segunda parte, el cuadro oscense apretaba un poco más, los visitantes esperaban los fallos que el cansancio hacía que se fueran produciendo cada vez más. Así hasta la contra que iniciada por Alex Fernández, dejó a Malbasic encarando a su defensa, al que dejó atrás para dejar el balón perfecto a Pombo, que remachaba el 0-2, para incredulidad de los blaugranas. Para nosotros, una película mucha veces vista.
Tres puntos y portería propia a cero. Hay que mejorar todavía mucho esta plantilla, pero hay partido.
Foto: cadizcf.com