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Ganar cuando de verdad hay que hacerlo

06 de marzo de 2021

Ficha en la web:
Cádiz - Eibar (2020-2021)

No pudo llegar en mejor momento la primera victoria en casa contra el Eibar en liga. El Cádiz se impuso al equipo armero después de un partido lleno de incidencias, ahora ya olvidadas. Lo que queda son seis puntos de diferencia (más goal-average) contra el rival, que precisamente marca la zona de descenso. El valor de estos puntos es incalculable.

Y mira que las cosas no empezaron bien. Porque una cosa es que, como siempre, el Cádiz cediera el balón a su rival para seguir aplicando la receta de la casa, y otra es que en un cuarto de hora el Eibar diera tantísima sensación de peligro mientras que la defensa amarilla pareciera un flan jugada sí jugada también, con todos mirando a Fali en la grada, pidiéndole que bajara, aunque fuera en pijama.

Ninguno de nosotros se extrañó cuando vimos a Enrich remachar lo que parecía el 0-1. La salida de Ledesma (que una cosa no quita la otra) fue de cárcel, y el delantero armero cabeceaba con tan mala suerte que le rebotaba el cuero a Marcos Mauro, y para dentro. Hoy sí el VAR justificó para que está, y corrigió al colegiado, ya que el delantero se había ayudado con la mano. Respiro de muchísimo alivio de los amarillos, porque la pinta no podía ser peor y tener encima que remontar...

El equipo local, espoleado por su entrenador, despertaron a partir de esa acción. Al poquito se cambiaron los papeles y esta vez fue Salvi quien de tremendo derechazo mandaba también el balón a la red, para ver que tampoco subía al marcador por un fuera de juego indiscutible también. Pero ya se veía un cambio de tendencia.

El campo se empezó a inclinar hacia la portería del meta visitante, ganando solidez en el centro del campo con Jose Mari y Jonsson abriendo un rayo de esperanza para todos nosotros en lo que queda de liga. Así hasta que Negredo hacía el 1-0. Que temporada del vallecano. Mata un balón en su propio campo, lo abre, sigue la carrera y le come la tostada al defensa, para rematar con la testa el brutal centro del Pacha Espino. El grito gaditano de celebración se escuchó en la otra punta de la península, donde se llevaban las manos a la cabeza.

Mucho más se tendría que lamentar los eibarreses cuando en la reanudación, primero Bryan Gil, solo en la frontal, metía demasiada rosca (para ver como el balón salía lamiendo el poste), y no digamos cuando el trencilla, otra vez protagonista, señalaba un penalti más que discutible por manos de Cala (que si las baja, tampoco pasa nada). La excentricidad de que lo tirara el portero esta vez no le funcionó al cuadro armero, y Ledesma, tan desacertado en la acción reseñada anteriormente, le hace un paradón a su colega de profesión que puede valer una permanencia.

Como suele ocurrir en estos casos, el cuadro que falla una pena máxima pasa de estar en las nubes a caer de bruces al suelo. Desnortado, permitió que Negredo, en una prolongación de un balón largo, se quedara solo para sentenciar el partido. Estábamos todos celebrando el 2-0 cuando vimos como la pelota se iba por fuera, por exceso de efecto. Que desesperación, ningún partido tranquilos.

Liderados por un COLOSAL Sobrino (que hoy ha explicado en el campo la enésima decisión de Cervera que no comprendíamos al principio, perdónanos de nuevo profeta por dudar de ti, la de dejar fuera al Choco Lozano) que se multiplicaba por el campo, el Cádiz agutantaba las embestidas blaugranas, que se ahogaba con cada minuto que pasaba, consciente de la gravedad de perder en el campo de un rival directo.

En su afán de buscar el empate, el Cádiz volvió a encontrar por donde colarse, con un jugadón del citado Sobrino que le cedió el gol al Choco, pero otra vez el balón se fue rozando el palo. Por dios lo que cuesta ganar.

Tras un descuento de lo más accidentado (a ver como salen esos lesionados, especialmente Iza), llegaba por fin el pitido final que nos pone en 28 puntos, cerca, mucho más cerca, de una permanencia tan sufrida como peleada. Hemos dicho cerca, que ni mucho menos conseguida. Mejor que pensemos que la meta está en 40 puntos. Pero el paso de hoy es inmenso.