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Cayendo con esperanza

21 de marzo de 2021

Ficha en la web:
Villarreal - Cádiz (2020-2021)

Bueno, pues aquí estamos otra vez, hablando del VAR y de otro penalti más que rarito señalado al Cádiz. Explicar los criterios para pitar mano y penalti es mucho más difícil que entender los mecanismos del bosón de Higgs. Poniendo el tema arbitral aparte, que es mucho poner, el Cádiz le plantó cara a un rival que le supera por muchísimos cuerpos en calidad técnica (es un espectáculo ver a Gerard Moreno o Chukwueze, por nombrar solo dos), y nos dejó un buen sabor de boca para irnos al parón de selecciones con esperanzas más que fundadas.

Y es que pocos pensábamos que podríamos llegar vivos al tramo final del partido cuando a los cinco minutos ya perdíamos 1-0. Todos nos agarrábamos a que la tela de araña de Cervera maniatara lo suficiente al potente equipo castellonense, pero el esquema saltó por los aires antes casi de empezar. Penalti por manos de Jonsson a un tiro de Parejo que seguramente hubiera salido de banda, y el delantero de la Selección, el hombre más en forma de la liga, no perdonaba.

Pero los cadistas (hoy de azul y negro) no perdieron la cara al partido. Ni mucho menos. Tanto es así que poco después, fue de nuevo el danés protagonista llevando un balón al fondo de las mallas. Gol que no subió al marcador por fuera de juego de Sobrino, bien señalado. No se vino abajo ni siquiera por eso el conjunto visitante, y con la porfía de Pacha Espino, el temple de Alex Fernández, el brío de Sobrino y la calidad inmensa de Negredo, se las arregló para plantarse en la zona de peligro del Villarreal.

El equipo local por supuesto no se quedaba atrás. Las internadas de Chukwueze, dejando atrás contrarios como si fueran niños, eran temibles. Parejo seguía demostrando la tremenda calidad que tiene en la medular, y en el área esperaban el citado Moreno y Bacca. Casi nada.

Fue el colombiano quien casi finiquita el partido, ya en la segunda parte, primero con un gol anulado (también bien visto) y luego con un cabezazo que Ledesma palmeó para que el larguero terminara de escupirlo. Con esto, el partido estaba muy abierto (contento tenía que estar Cervera, pero es que encerrarse atrás tal como empezaron las cosas era un sinsentido), y los cadistas llegaban muchísimo, pero claro, también lo hacía el cuadro de Emery, y la diferencia de calidad, ya dicha, es inmensa. En el minuto 67, un pase en profundidad, jugada en solitario otra vez de Gerard Moreno, que está inmenso, que cede a Bacca para que marque a placer.

El duelo, con este gol, parecía sentenciado, pero el tanto que hubiera significado la igualada y cambiado el escenario, llegó inmediatamente después del 2-0. Este gol no niveló el marcador, pero evitó que el duelo se rompiera ya por completo. Esta vez sí la pelota entró, tras el disparo de Fali que no atajó el portero y Alex remachó a puerta. Quedan veinte minutos, y porque no soñar.

Los visitantes lo siguieron intentando con toda su fuerza, fe y energías. Pero la calidad no llega, no para igualar la del rival. Los movimientos del banquillo no aportaron mucho, salvo Alejo, que como siempre, fue una anguila por su banda derecha. Centros a la olla, córners, tiros lejanos...los de Cervera lo intentaron todo, pero no dio para más.

Cabeza muy alta, y una jornada menos. Los empates de Getafe, Elche, Eibar, Valladolid, Huesca, Osasuna y la derrota del Alavés hacen que la jornada nos salga muy barata. Queda una menos.

Foto: La Voz