19 de febrero de 2023
Ficha en la web:
Sí, todo el mundo dirá hoy que el Cádiz hizo un buen partido, que mereció más, que plantó cara a un Barcelona que no brilló apenas en toda la noche...pero lo cierto es que de eso no se come, y que pasa otra jornada. Los más optimistas pensarán que con algunas cosas que se han visto hoy, el equipo puede dar guerra en otras fechas. Cuestión de perspectiva seguramente.
El Cádiz tenía hoy una muy buena ocasión para molestar al líder en su campo. Un partido de liga incómodo, colado entre dos más importantes de Europe League frente al Manchester United, y con muchas bajas por parte del cuadro azulgrana. Y a fe que salió el equipo amarillo a intentar aprovechar esas armas. Evidentemente que el dominio lo ejercían los locales, pero era solo en la superficie. Los gaditanos aguantaban bien los envites del rival, e incluso se permitían dar algún susto, como el gol anulado a Roger por fuera de juego.
Pero cuando todo apuntaba a cerrar el primer tiempo con un empate favorable a nuestros intereses, llegaron los dos zarpazos catalanes, sin tiempo para digerirlos. Primero Sergi Roberto (tras una jugada de Ferrán Torres que sacó los colores a Arzamendia) y luego Lewandowski aprovecharon los cinco minutos de pájara de su rival. Dos mazazos demasiado seguidos y demasiado cercanos al descanso.
Tras la reanudación sin embargo los de Sergio González intentaron reaccionar y no entregaron la cuchara, pero el Barcelona demostró porque este año es un equipo más efectivo que preciosista, y porque va camino de ser campeón de liga igualando los registros defensivos del Superdepor. Los bien intencionados intentos de los visitantes morían sin terminar de morder, o peor aún, era anulados por el árbitro. De nuevo, polémica arbitral por un gol que le fue anulado, otra vez a Roger (que tremendo delantero) por supuesta falta de Fali sobre Ter Stegen, cuando fue el guardameta el que se echó encima del cadista.
En los minutos finales el Cádiz tocó zafarrancho y encerró por completo a todo un Barcelona en su área. La entrada de Chris Ramos dejó las mejores ocasiones amarillas, con dos balones a los palos incluidos. Pero no estaba hoy el día para los intereses cadistas.
Al final, tocó doblar la rodilla como era imaginable antes del partido, pero siempre nos quedará la duda de que habría pasado si no se hubieran encajado esos dos goles tan tontos. Aunque no servirá de mucho. Viene ahora un partido (como todos los que quedan) mucho más importante en casa frente al Rayo.
Foto: cadizcf.com