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Bongonda pone la permanencia en bandeja

20 de mayo de 2023

Ficha en la web:
Cádiz - Valladolid (2022-2023)

El Cádiz acaricia la permanencia. Ganó en el que sin duda era el partido más decisivo de la temporada. Ya en la ida Valladolid fue la primera plaza en la que el Cádiz puntuó (ganando para romper una pésima de racha de cinco derrotas en tantas jornadas de liga) y con estos seis puntos ante un rival directo, los amarillos puede que se hayan podido fabricar el derecho a continuar un año más en la categoría, a costa de haber condenado a su igual pucelano. Así es esta competición.

Curiosamente el equipo amarillo dominó en la primera parte sin conseguir goles, y encontró puerta en una segunda parte en la que lo mereció bastante menos. Los primeros 45 minutos volvieron a evidenciar porque esta plantilla es la que más sufre de Primera para marcar goles (junto con el Elche, que ya sabemos donde está). Es cierto que los locales fueron absolutos dominadores de este acto, en el que Ledesma se fue sin mancharse ni un poquito los guantes. Pero desesperaba ver como a los nuestros se les apagaba la luz de tres cuartos en adelante. Las ocasiones de Chris Ramos (de cabeza), de Escalante (de chut lejano), de Bongonda (quedándose solo en el área, y cerrándose él mismo el angulo), pero sobre todo, de Alcaraz, que volvía a fallar una pena máxima (son demasiadas para un equipo que no goza precisamente de muchas oportunidades de anotar) hacían presagiar un drama en el otrora estadio Carranza. Bongonda de nuevo cerró la primera parte con un disparo seco en caída, que tampoco pudo superar a Masip. Dominio totalmente yermo.

Tras el descanso el cuadro visitante despertó y empezó a querer más el balón. Es cierto, Ledesma seguía siendo un espectador de excepción, pero el peligro rondaba más su área que la de su homónimo blanquivioleta. Los minutos pasaban sin que ocurriera nada destacable, y algunos empezaban a echar cuentas de si valía el empate a cero. Hasta que ahora sí, Bongonda, el héroe de la noche, realiza una de esas jugadas que tanto gustaban a Cruyff de extremo a pierna cambiada, va sorteando rivales para ir acercándose más a la línea frontal, y desde ahí mandar un zurdazo que se convierte, ya no en uno de los mejores goles del Cádiz este año (que no es difícil, dada la escasez de candidatos) sino de la misma liga en su conjunto. Éxtasis absoluto en las gradas del Nuevo Mirandilla.

A partir de aquí, los eventos ocurridos van poniendo cuesta abajo el duelo para los de Sergio González. A los pocos minutos del 1-0, con el Valladolid casi en pleno intentando rematar un corner, sale el Cádiz a la contra, y a pesar de ejecutar de forma pobre en los metros finales (tenemos un problemón con esto que hay que arreglar para el año que viene) la jugada acaba de nuevo en pena máxima, esta vez, a diferencia de la primera, indiscutible ni por los propios castellanos. Bongonda es ahora el encargado de lanzar. Media permanencia en su pie izquierdo, que ahora sí, atina a mandar a la red con un disparo raso y ajustado al palo. A todos nos parecieron unos segundos interminables hasta que el cuero entra, dada la poca velocidad (pero excelente colocación) que llevaba. Inapelable.

El duelo, ya muy a favor, termina por certificarse (solo otros tres minutos después) con la expulsión, tan clara como absurda, del visitante Hongla, que con todo el mundo mirándole, se zafa del Choco con un codazo descarado y sin justificación. Roja directa. Fin del partido. En diez minutos, dos goles y un expulsado rival. Es lo que ocurre en este deporte, unas veces para bien, otras no tanto.

Una victoria salvadora, que pone a tiro de tres puntos, el sello a un año más entre los grandes. Quedan otras tantas jornadas. Hay que conseguirlo como sea.

Foto: Diario de Cádiz