Un secreto a voces (que ya incluso nosotros habíamos registrado en nuestra base de datos) se ha confirmado hoy de forma oficial. Juan Torres Ruiz "Cala" no solo deja de ser jugador cadista, sino que se retira. A sus 34 años, su rodilla dijo basta hace ahora once meses, y el lebrijano ha decidido colgar las botas.
Central que llega al Cádiz con una larga carrera a su espaldas (habiendo jugado en Primera con Sevilla, Getafe y Granada), y que vendría a la Tacita a dar su último servicio como futbolista, antes de retirarse amarillo, dejando un rendimiento más que aceptable y que sirvió, entre otras cosas, para conseguir el retorno a Primera División.
Sus números en el Cádiz son 75 partidos oficiales, en los que anotó cinco goles, a lo largo de sus cuatro temporadas vestido con la camiseta amarilla. Gran artífice del flamante ascenso a Primera gracias a sus actuaciones y a sus goles de oro sobre la bocina, su mejor campaña sin duda fue la del retorno a la máxima categoría, en el centro de la zaga del Cádiz CF, donde formó una dupla fundamental con Fali (en la mayoría de ocasiones) y con Marcos Mauro (otras veces).
Y eso que el curso 20-21 tuvo momentos muy duros para uno de los pesos pesados del vestuario cadista. Por una parte los problemas físicos llamaron a su puerta. Tanto que el defensa central tuvo que pasar por el quirófano al final del curso debido a una lesión en su rodilla derecha que arrastraba en los últimos meses. Su implicación con la causa cadista hizo que retrasara la intervención con la intención de ayudar al equipo en la lucha por la permanencia. El bien colectivo primó sobre el plano individual. No todos lo hacen. El resultado está ahí, con la permanencia atada y bien atada. Solo entonces dio Cala un paso al costado.
Pero, sin lugar a dudas, su peor momento llegó en el mes de abril. Justo después del fallecimiento de su abuelo (al que dedicó el gol que marcó ante el Valencia) tuvo lugar el episodio que pudo cambiarlo todo: el valencianista Diakhaby acusaba a Cala de un episodio de racismo en el encuentro celebrado ese día en el Estadio Ramón de Carranza. La indignación del central che fue notoria y el encuentro tuvo que suspenderse por unos minutos. Después se reanudó pero el lío ya estaba montado. No vamos a recordar de nuevo todo el circo que se montó luego, y lo que tuvo que soportar sin que jamás se presentara una prueba concluyente.
Después de aquella referida operación el sevillano ya no volvería a ser el mismo, y sus dos siguientes temporadas fueron casi desiertas. Su último partido no pudo ser en mejor escenario, en el Santiago Bernabeu, justo antes de que la competición se parara para el mundial de Catar.
Ahora Cala disfruta de su nueva vida como empresario y dueño del Atlético Sanluqueño, teniendo una lógica excelente relación con el Cádiz CF en lo que concierne a traspaso y cesión de jugadores. En su ficha, tenéis documentado el detalle todo su paso por el club.
Hasta siempre Cala!