En su día no pudimos publicar esta nota, y ahora que ya ha pasado todo el vértigo del final de temporada, no queríamos dejar de tener un breve recuerdo por Hilginio Vilches después de conocerse su muerte este mes.
Criado en la cantera del Atlético de Madrid, fue cedido al Málaga en la segunda mitad del campeonato en la temporada 76-77, lo que le dio la oportunidad de debutar en Primera.
De vuelta al cuadro colchonero, apenas tuvo oportunidades en dos temporadas, por lo que se decide traspasarlo al Nástic de Tarragona, aunque la entidad madrileña todavía conservaba sus derechos.
Estando en el Nástic, como uno de los líderes del equipo, es fichado por el Espanyol, ya casi a finales de temporada (abril de 1980), con permiso de su anterior club, el Atlético de Madrid, debutando en Primera esa misma temporada.
En su última campaña de periquito sufrió muchas lesiones, y no pudo dar el rendimiento deseado, tras lo cual, firma por el Cádiz, con el que jugaría 65 partidos repartidos en dos temporadas, una en Primera, la otra en Segunda, que terminaría en ascenso de nuevo del club amarillo, por lo que se fue dejando al club donde se lo había encontrado.
Se retiraría en el equipo de su tierra, el Jaén, en el que militaría tres temporadas: una en Segunda B y dos más en Tercera. Disputaría un total de 109 partidos con el cuadro jiennense (curiosamente, el mismo número de partidos que disputó en la máxima categoría), en los que marcó 29 goles.
Posteriormente pasaría, años más tarde, a los banquillos, e incluso a ser secretario técnico para culminar presidiendo al club jiennense de su querida ciudad (aunque a los tres meses dimitió porque el entonces accionista mayoritario, Juan Miguel Hitos, despidió sin contar con él a dos trabajadores de su confianza).