31 de agosto de 2024
Ficha en la web:
Es difícil decidirse. En el minuto 60 de partido el Cádiz perdía por dos goles en su casa otra vez, y las alarmas corrían por las gradas del Nuevo Mirandilla como si se hubiera prendido un pinar seco. Pero el equipo terminó empujando y tirando de casta y orgullo y salvó al menos un empate que amortigua al menos en parte el mazazo tremendo que habría sido otra derrota.
El técnico cadista repitió el once que salió contra el Levante y que tan buen rendimiento dio hace una semana. Pero enseguida se le trastocaron los planes, cuando Fali tuvo que retirarse apenas a los 12 minutos tras un violento choque de cabezas con Juande, que también se tuvo que ir.
Esto provocó un cambio de sistema y pasar a tener dos delanteros, ya que el elegido para sustituirle fue Ontiveros. Esta desviación del plan inicial no rompió sin embargo las ganas de dominar de los locales, que por momentos sometieron a su rival.
Pero este equipo tiene un problema evidente a nivel defensivo, que se acentúa en el balón parado. Así llegó el primer tanto de los canarios, tan solo en el minuto 26, en una jugada tan antigua como sacar un corner al primer palo que se toca al segundo. Suficiente para provocar un desbarajuste en la defensa del Cádiz y propiciar que Diarra rematara al fondo de la red completamente en solitario. Demasido castigo pero esto es así, no se puede fallar en las áreas.
Los de Paco López no se resignaron y continuaron con su plan, encerrando por momentos a su rival, pero sin traducir el dominio territorial en ocasiones reales de gol, de las que no podemos dar cuenta en toda la primera parte.
Quedaba aún toda la segunda parte para darle la vuelta al choque. Pero hete tú que en lugar de encontrarse el empate, lo que se tuvo que merendar la parroquia local fue el 0-2, tras otro fallo de la zaga: esta vez Glauder deja un balón totalmente manso al atacante rival, que encima era el portuense Luismi Cruz, sobrado de talento, que con una jugada para aplaudir aunque fuera con la otra camiseta, sienta al siguiente que le entra y la pica por encima de David Gil, que solo puede humillarse de rodillas ante el gesto técnico.
Ahora sí, la zozobra arrecia en el estadio, césped y grada a la vez. El Cádiz es un muñeco en manos del Tenerife, que tiene oportunidad de reventarlo del todo, pero comete el error de no sentenciar. El técnico cadista demostró ser el mejor fichaje de largo de esta campaña, y da de pleno con los cambios. Todos serían clave para la remontada.
Entra primero Alejo como lateral derecho, y poco después Alex Fernández y Alarcón echan cemento en el centro, para que todo el balón se lo quede el cuadro local, como así ocurre. La presión va haciendo grietas en los rivales, por una de las cuales se cuela Chris Ramos, al que le hacen penalti. El árbitro pita piscina del delantero, pero el VAR le corrige, hay impacto más que evidente. El arquero Fernández no perdona desde los once metros. Con el 1-2, empieza otro partido.
El gol da alas a los de abajo que tienen que correr, y a los de arriba que tienen que animar. Vienen los mejores minutos de los futbolistas amarillos, que bailan al contrario. Así llega el primer amago de empate, un tanto espectacular de Ocampo (parecido a lo que hacía Machis), que es anulado por un centímetro de fuera de juego.
Aún así, ni jugadores ni técnicos se cansan. Mwepu, que ya había dando antes la asistencia a Ocampo, dio la razón otra vez a su entrenador, y ya en el minuto 95, tras un centro que Iván Alejo (que ya hemos contado que entró también desde el banquillo), remacha por dos veces, hasta que consigue hacer valer, ahora sí, las tablas en el marcador. Los goles que hizo en Sanlúcar no se le han olvidado.
Un tanto que traía, como mal menor, un empate y un punto que si bien aún nos tiene muy lejos en la clasificación de donde queremos estar, aplaza el estallido que habría supuesto llevarse otro guantazo en casa, y les da a los futbolistas más de una semana para que se afanen en traer la primera victoria de esta temporada.
Foto: cadizcf.com